Caracol, col...

Por Treintañeraconhijo
Esta mañana cuando nos hemos levantado mi madre le ha dicho a mi hijo que si quería bajarse con ella al jardín a buscar un caracol. Y mi hijo como loco ya no quería ni desayunar. Sólo decía “col, col” y no quería ni tomarse la leche. A mi los caracoles, la verdad me dan un poco de repelús, pero entiendo que para los niños tienen un imán especial.
Total que después de costarnos un montón que se tomara la leche se han bajado a por el caracol y han subido al rato no con uno sino con unos cuantos. Les han echado agua para que sacaran los cuernos y los han puesto en una bandeja para que hicieran una carrera, ya veis, ahí ha estado un rato entretenido con sus caracoles.