El siguiente paso fue ponerlos en agua con un poco de sal y vinagre para que suelten las babas, se les cambia el agua tres veces hasta que vemos que han dejado de soltar las babas. Es bueno que estén todo un día para que no quede ningún resto.
El siguiente paso es cocerlos, se les da una primera cocción de unos 20 minutos, se les cambia el agua y se vuelve a dar una nueva cocción de otros 45 minutos. Es importante ver que ya no sueltan ningún tipo de baba. Dependiendo del tamaño tardarán más o menos en cocerse, para ello lo mejor es probarlos y ver si están blanditos y si se sacan bien de la concha.
Una vez que la salsa está a vuestro gusto añadís los caracoles y el huevo duro cortado en trozos o rodajas y lo dejáis todo cocer durante 15 minutos y ya tenéis listos vuestros caracoles. Y tened en cuenta el refrán: “Los caracoles de abril, para mí. Los de mayo, para mi hermano y los de junio para ninguno”.