Ahusi era el nombre de la bella hija de un cacique local cuyo padre pretendía que ningún hombre pudiera disfrutar de su belleza. Recurrió al brujo de la tribu con la petición de convertirla en agua y éste -que no pudo negarse a la voluntad de gobernante- la convirtió en una catarata para que al menos así todo el mundo pudiera disfrutar de su vista.
Sea o no Ahuashiyacu la hija del cacique, la realidad es que es lugar que merece la pena visitar y contemplar.Se llega hasta aquí siguiendo un sendero de fácil acceso que no te lleva más de 30 minutos recorrer y al final, te espera tu recompensa, una bonita catarata de agua de unos 40 metros de altura.
que cae en una poza donde está permitido el baño, lo que hace el lugar apropiado para pasar una agradable mañana
Entre la fauna que puebla el lugar, podremos encontrar la gran mariposa azul Morfo, el gallito de las rocas o tunqui, que es el ave nacional del Perú, el tucán pero también insectos palo, ranas y una serpiente venenosa nativa de Sudamérica que se llama jergón.
Un alto en el camino para reponer fuerzas y degustar las especialidades del lugar, juanes y tamales
Buenos días y buena suerte