Caravaggio

Publicado el 04 mayo 2018 por Academiacruellas

Siempre se ha relacionado el estilo revolucionario de las obras de Caravaggio con sus pasiones desenfrenadas. Algunas veces lo uno ha influido sobre la opinión del otro y viceversa. Stendhal le llamó infame. Ruskin vio en sus obras “señales concretas de deseos perversos mal reprimidos” para Roger Fry fue el primer artista que “desafiara las tradiciones y la autoridad”. Muchos contemporáneos suyos le odiaban pero tenían que reconocer su extraordinario talento. Casi dos tercios de la vida de Caravaggio están en la penumbra. Nació en Lombardía en 1573, siguió su formación en Milán y se fue a Roma en 1588 cuando contaba con quince años. Ya en 1597 se le cita como un pintor “famosísimo”. Desde 1600 lo encontramos citado frecuentemente en los registros de la policía. La primera vez fue en octubre de 1600 cuando presenció un enfrentamiento callejero, y de nuevo en noviembre cuando buscó camorra con otro pintor al cual amenazó con un bastón. Lo único que le impidió herirle fue la intervención de unos carniceros vecinos que llegaron al lugar de los hecho y los separaron. En febrero del año siguiente fue requerido por haber desvainado su espada contra un soldado, pero a pesar de haberlo herido, fue absuelto porque su víctima le perdonó.

En agosto de 1603 Baglione entabló pleito por copia contra varios artistas. Los demandados fueron unos cuantos entre los que se encontraba Caravaggio. Fue interrogado en septiembre, y su defensa fue bastante incoherente. El embajador francés intercedió en su favor y le pagó la fianza; fueron desechados los cargos que había contra él con la condición de que volviera a comparecer ante los tribunales pasado un mes y que prometiera no injuriar al demandante en el interín ni abandonar su casa sin el consentimiento escrito del Gobernador de Roma.

Al año siguiente se mandó comparecer a Caravaggio en dos ocasiones. La primera vez, en abril de 1604, fue demandado por un camarero de la Ostería del Moro donde había pedido un plato de alcachofas. El camarero trajo cuatro alcachofas salteadas en mantequilla y cuatro en aceite. Cuando le preguntó cuáles tenían mantequilla y cuáles aceite, le contestó: ”Oledlas y lo sabréis”. Esto enfureció a Caravaggio de tal forma que tiró el plato con alcachofas y todo a la cara del camarero, hiriéndole en la mejilla. Entonces desenvainó su espada y le dio un susto al camarero. A los seis meses se le arrestró por insultar a un alguacil. En mayo de 1605 fue encarcelado por tener un puñal y una espada sin licencia. Fijaros que podríamos seguir con unos cuantos delitos y encarcelamientos. Ahora bien, a pesar de todos sus antecedentes penales ininterrumpidos, Caravaggio nunca careció de distinguidos y caprichosos clientes una vez que su genio fue reconocido. Eran grandes coleccionistas, aristócratas y eclesiásticos. El cardenal Borghese, sobrino de Pablo V y el hombre más cercano al trono papal, era el comprador más ferviente de las obras del artista. Muchos historiadores han dicho que Caravaggio fue el primer artista bohemio. Su vida desordenada, sus amigos sospechosos, su desprecio del decoro parecen hacer atractiva esta hipótesis.

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