Seguro que entre todos vosotros hay varios seguidores del escritor H.P. Lovecraft y de los Mitos de Cthulhu. Esta serie de dioses y monstruos ha generado a lo largo de los años un montón de obras que los toman como base. Pues bien, no sólo libros o películas se han basado en el universo de los mitos de Cthulhu. Existen además un montón de juegos ambientados en ese mundo. El juego que os traigo hoy, ‘La llamada de Cthulhu: El juego de cartas’, seguro hará las delicias de los fans de Lovecraft.
NOMBRE: La llamada de Cthulhu LCG AUTOR/ES: Nate French y Eric M. Lang
EDITORIAL: Edge Entertainment
Nº JUGADORES: 2
TIEMPO DE JUEGO: 30 minutos aproximadamente
EDAD: Más de 13 años
La llamada de Cthulhu es un juego de cartas para dos jugadores en el que deben ir resolviendo diferentes misterios o historias. El juego básico (que es el que os reseño yo hoy) trae más de 170 cartas, un tablero, marcadores de herida o de éxito y 6 figuritas de Cthulhu (ver última foto). Con las cartas que trae el juego, los dos jugadores deben hacerse su propio mazo con el que jugarán. Para los principiantes, se explica un método rápido de construcción de mazo; pero los más experimentados podrán elegir qué cartas añadir y cuales no. Eso sí, el mazo debe tener un mínimo de 50 cartas.
Las cartas están divididas en 8 facciones (La Agencia, Universidad de Miskatonic, El Sindicato, Cthulhu, Hastur, Yog-Sothoth y Shub-Niggurath), cada una con sus personajes, eventos y cartas de apoyo. En el centro de la mesa, entre los dos jugadores, se sitúa el tablero. En él se pondrán las cartas de historia que se irán resolviendo a lo largo de la partida. Para ir ganando las diferentes historias, los jugadores deberán realizar una serie de batallas con sus personajes con las que ganarán marcadores de victoria (los cuadraditos con forma de lupa). Cuando un jugador tenga cinco marcadores en una historia, gana esa historia. El primero en ganar tres cartas de historia gana la partida.
Además de todo lo anterior, cada jugador poseerá 3 dominios (cartas boca abajo que se ven en la primera foto) en los que se irán añadiendo recursos (otras cartas). Estos dominios servirán para poner en juego cartas de la mano ya que el coste de la carta se debe pagar con los recursos de un sólo dominio. Un dominio sólo puede usarse una vez, para indicar que un dominio está agotado se pone una figurita de Cthulhu encima de dicho dominio.
Los personajes que se han puesto en juego se deben asignar a una o varias historias. Los personajes de los jugadores realizarán una serie de luchas (Terror, Combate, Arcanos e Investigación) que pueden hacer que los personajes se vuelvan locos, que mueran o que el jugador activo en ese turno gane marcadores de éxito para esa historia. El jugador que consiga cinco marcadores de éxito en una historia, gana esa carta de historia.
Creo que para disfrutar de este juego plenamente hace falta ser fan, o por lo menos conocedor, del mundo que creó H.P. Lovecraft. Reconozco que no he leído nada de los mitos de Cthulhu y quizá esto me ha impedido apreciar correctamente el juego, pero me dejó bastante fría. Después de pelearme varias veces con las reglas y de ver el videotutorial que preparó la editorial, seguía sin tener muy clara la mecánica del juego. Y tras una partida no me convenció en su conjunto: los componentes son muy chulos, las ilustraciones muy bonitas, pero tenía la sensación de que daba igual si era de Cthulhu o de Sherlock Holmes. Tan sólo eran un montón de cartas, luchando unas contra otras. Aún así, tengo pendiente otra partida con mi novio al que le gustó bastante más que a mí y que se lo pasó pipa dándome una soberana paliza.
En definitiva, creo que a los amantes de Lovecraft les gustará. A los aficionados a los juegos de cartas (tipo Magic) les gustará. Pero a mí, de momento, no ha conseguido engancharme.