Después del fin de semana rural nos vamos una semana de vacaciones, a la playa. Pocas veces recuerdo haber ansiado unas vacaciones como en esta ocasión. Creo que de verdad las necesito, para en la medida que el Chiquinini lo permita, descansar. Me impaciento ante la visión de mí misma tumbada en la arena, con el arrullo de las olas, sintiendo el solecito en la piel. Durmiendo. Jugando con el Chiquinini y dando buenos paseos. Tomando unas gambitas a la plancha. Ains! Espero que salga todo tan bien como lo imagino. En esta ocasión cambiamos potitos, leche de continuación y demás cosas que ya no necesitamos , por…¡el orinal! Qué poco romántico. Creo que vamos a tener que cargar con él sí o sí porque Chiquinini no está por la labor de hacer sus cositas en otro sitio de momento. Quiero dejar algo programado para el blog, pero no se si se publicará bien porque las últimas veces que lo he intentado me ha fallado, no sé por qué. Espero volver con las pilas bien cargadas...justo cuando me estaba animando, pensando que ya toca a su fin el primer y molesto trimestre, he tenido dos decepciones. La primera, que nunca pensé, es que quizá no pueda dar el pecho al bebé por la medicación antitiroidea. La segunda es que los marcadores del screening bioquímico han salido bien pero con "peros". Así que esoy aún asimilando cosas. Escribiré sobre ello a la vuelta.