Mi cuerpo, que madura,
yace solo.
Como un barco.
Como el orden
de las estaciones.
Madura como un árbol
de ciruelas:
sin misterio
para las ciruelas.
*
Me extasiaban las gotas de resina
del ciruelo blanco
y del ciruelo negro.
Los árboles sangraban
porque estaban enfermos.
El blanco por ser blanco.
El negro por ser negro.
*
Robando la resina del ciruelo
comprendí
que no se vuelve limpio
de lo bueno.
Carina Sedevich en Klimt y otros poemas (edición en 2015 en Editorial Origami).
Lee la anterior entrada dedicada a Carina Sedevich y su poesía:
CARINA SEDEVICH 21
Volveremos con Carina Sedevich y su poesía el próximo jueves 1 de enero de 2015, para entrar con buena poesía en un año en el que esperemos y deseemos que las cosas nos vayan, cuando menos, un poquitín mejor a los que este año no nos ha ido todo lo bien que hubiésemos deseado.
El administrador de este cuaderno de bitácora, o sea, este menda lerenda, se toma unos días de descanso hasta entonces, 1 de enero de 2015, en que volverá, eso espera, con energías y fuerzas renovadas y, sobre todo, con muy buena literatura. Hasta entonces, ya sabes:
Feliz Navidad y todo eso.