Cáritas y los sin techo

Por Jangas

El domingo pasado celebraba Cáritas el día de los Sin techo. Izquierda Unida llevaba en su programa que la gente tenga una vivienda digna como dice el artículo 47 de la Constitución española, supongamos que confluimos en los fines.

Sobre los sin techo

Para visibilizar y poner en el punto de mira de las administraciones públicas y de la sociedad en general una realidad que permite, tolera y genera el sistema económico capitalista: La gente sin techo. Al buenismo político le parece bien que se proteste por esta situación de injusticia que afecta a la dignidad de la persona pero sin que se modifique el status quo para garantizar ese derecho. “Hay casas sin gente y gente sin casa” dice uno de los carteles que pasea el movimiento 15M en sus reivindicaciones.

Voy a repetir una cita de Hélder Cámara: “Cuando doy pan al pobre me llaman santo y cuando pregunto por qué el pobre no tiene pan me llaman comunista”. Incluso podríamos parafrasearlo diciendo “Cuando hago cosas para la gente sin techo … pero si pregunto por qué hay gente sin techo …” Mucho han cambiado los tiempos y los obispos desde entonces. La crítica de que hay gente sin casa tiene que ir a las causas de quién provoca que haya gente sin casa en una provincia donde hay 15.557 viviendas vacías (15,3%según datos del INE). Y habrá que tocar el sacrosanto derecho a la propiedad privada porque hay determinados derechos que no son intocables: fomentar que no haya vivendas vacías incrementando los impuestos por ellas, desarrollando políticas públicas que hagan que dichas casas se alquilen, teniendo una agencia pública que garantice el derecho a una vivienda digna, …

Sobre Cáritas

Al margen que podamos converger en los fines con voluntarios de Cáritas e incluso con determinadas personas cercanas tenemos un distanciamiento con la política que está llevando a término esta organización en Palencia. Voy a intentar explicarme:

Hace unos meses se despidió a tres trabajadores de manera improcedente alegando motivos económicos. Dichos trabajadores que iban a presentar candidatura para unas elecciones sindicales en Cáritas han sido sustituidos por personal contratado mediante una ETT. La última sentencia que ha salido de una trabajadora resulta una indemnización de 58.000 euros, 11.000 más de los calculados por la empresa(aunque no tendría que llamarse así tal y como se está gestionando es la única forma que se me ocurre) a los que habrán de sumarse los salarios de tramitación del tiempo transcurrido desde el despido hasta que la sentencia ha salido(unos cuantos euros más). Además de los juicios a los dos trabajadores que quedan pendientes que incrementará las indemnizaciones a bastante más de 100.000 euros, habría que añadir el personal del Centro de Atención a Personas sin hogar, 150.000 euros que se gastaron en indemnizar a las trabajadoras hace tres años para realizar la misma labor contratándola a una tercera empresa.

Los problemas que está habiendo en los juicios, las presiones que hay para no declarar, el miedo, la falta de democracia interna … son una constante en la Cáritas Diocesana de Palencia. Cuando las cosas se hacen tan mal son los pobres los mayores perjudicados, la falta de humanidad rige los destinos de Cáritas Palencia y de la Diócesis palentina (¿dónde queda el seguimiento de Jesús?). No sentimos proximidad hacia una Iglesia que se aleja cada vez más de ser la Iglesia de todas y todos, una Iglesia que impone una visión sobre cómo atender a la pobreza que se convierte en la Iglesia de unos pocos.

Termino con un fragmento de uno de los mensajes que me ha llegado por correo electrónico con respecto a este tema:Una Iglesia tan cercana a la gente, como lo hacía Jesús, que la sintamos como la “Gran Familia” donde la seña de identidad sea la del AMOR, como en las primeras comunidades. Iglesia Diocesana, COMUNIDAD que Celebra y Comparte su fe, su vida y también su dinero, porque sabe que su prioridad está  en atender con sus proyectos a los más pobres, porque TODOS Y TODAS nos sentimos IGLESIA, ¡SOMOS IGLESIA!”