RECUERDOa mi madreya mi hermanallorando."Ponte al teléfono,por favor""No quiero""Pero se estámuriendo""¡Pues que se muera ya!""¡Pero estu padre!¡Por amor de dios!""¿Mi padre?¿Y dónde coño ha estadotodo este tiempo?"
Me escondí.Huí.Hasta que se marchóde nuevo,pero esta vezpara siempre.
Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?
En ese momentono sabíaque al igual que hace mileniosciertas frasessolo sirven para encadenarteeternamenteaunacruz.
Carlos Salcedo Odklas.