No tendrá el talento ni el magnetismo de Messi, pero tranquilamente y sin temor a equívocos, podría decirse que Carlos Tevez es desde hace un tiempo la marca registrada de la Selección.
La intensidad con la que vive cada amistoso y cada entrenamiento, por más informal que este sea, así lo reflejan. Sus ganas contagian, entusiasman y casi que obligan.
Al tal punto, que Diego A. Maradona se debate entre un esquema y otro, cuando hace alrededor de un mes en su cabeza parecía estar todo mucho más claro. La enjundia de Tevez, quien acompaña su compromiso con buenas actuaciones, lo arrincona. Hoy, es imposible dejarlo sentado en el banco de suplentes y el Diez lo sabe.
El de ser titular, es un derecho que Carlos Tevez se ganó. Preparándose especialmente para esta Copa del Mundo. Contratando a un personal trainer y a un nutricionista, cuando en Noviembre del año pasado se planteaba el retiro.
“Estoy un poco cansado de tanto fútbol. Quiero comenzar a disfrutar un poco de mi familia. Tengo muchas ganas de parar y de tener un poco de tranquilidad. Creo que ya he ganado mucho en el mundo del fútbol y creo que eso me ha saturado muchísimo” declaraba tras el amistoso entre España y Argentina en el V. Calderón.
Eran tiempos difíciles. El conflictivo momento de la Selección, las criticas, el interrogante abierto en cuanto al grado de compromiso de los jugadores y por sobre todas las cosas, su suplencia. El mismo lo expresaba “Es complicado ser suplente. Me siento querido pese a que en la fase de grupos del Mundial 2010 había viento y nos puteaban, llovía y nos puteaban… Me hizo pensar la retirada de la selección las críticas con mala leche”.
“Nos decían que si el dinero, que no queremos la camiseta, que no cantamos el himno…Yo pensaba, ¿para qué corro, si aunque se gane o se pierda siempre es lo mismo? Hay mucha mala leche en Argentina”.
Dicha reprimenda del público y sobre todo de la prensa, no obstante, no estaban dirigidas hacia Tevez. Todo lo contrario. “Será por mi carisma, pero nada más. He tenido malos momentos en la Selección y la gente ni llegó a criticarme”.
“Hoy si un jugador llega a jugar mal, se lo critica un montón. Y yo tengo esa suerte de que si juego mal, la gente no me cuestiona. Pero yo me critico y sé muy bien cuando juego bien o mal”.
Su autoexigencia parece ser la clave de su éxito. No en vano, muchas veces el propio “Carlitos” reconoció que lo motiva y lo hace más fuerte no sentirse titular. Lo dicho y lo llevado a cabo diariamente, primero en su club, luego en Ezeiza y hoy en Pretoria, lo han llevado a revertir opiniones.
Se lo ganó con su esfuerzo y su tenacidad. Con esa fuerza de voluntad que, como el mismo reconoció, lo llevo a bajar unos cuantos kilos. Su titularidad es, a cuatro días del debut, absolutamente probable. Lo acompañaran Higuain y Messi. Estará en el, no defraudarse a si mismo.
Hace un año, desde que se fue del Manchester United, que se prepara física y mentalmente para este Mundial. La recompensa ha llegado. El sábado será su hora.