Una de las visitas que os recomiendo en Copenhague es la fábrica Carlsberg, toda una institución en el país, con una larga historia que se muestra en sus magníficas instalaciones.Siempre que tenemos la ocasión, nos gusta visitar bodegas, cavas o cerveceras. El proceso de transformación de un producto de la tierra hasta que acaba dentro de la botella me parece un milagro de la naturaleza, una de las reacciones químicas más románticas y bucólicas que existen.La fábrica Carlsberg se fundó en el año 1847, por lo que visitar sus antiguas instalaciones significa también la oportunidad de conocer muchos aspectos de la vida cotidiana danesa del siglo XIX.
Calle que conduce a Ny Carlsberg
Detalle de la fachada
A lo largo de la visita se puede ver la evolución de una pequeña empresa local que se ha convertido en la cuarta cervecera del mundo (detrás de Anheuser Bush , SAB Miller y Heineken). El fundador J.C.Jacobsen y su hijo Carl colocaron la cerveza danesa en el mapa con el nombre de Carlsberg que significa Colina de Carl, en homenaje a la colina de Valby de Copenhague, donde se estableció la fábrica.
Empezaron a exportar en 1868 (un solo barril con destino a Edimburgo) y desde entonces, la empresa ha ido creciendo hasta cubrir la casi totalidad del globo.
La vieja fábrica cesó su actividad en diciembre de 2008 pero afortunadamente ha permanecido abierta para las visitas. Una visita que se empieza a disfrutar a medida que nos acercamos al viejo edificio, que más que una fábrica parece la entrada a un museo.
Fachada de Ny Carlsberg
A la derecha, Carl Jacobsen, el hijo del fundador y su esposa
La entrada principal es la llamada Puerta de los Elefantes ya que la estructura se apoya sobre cuatro enormes paquidermos tallados en granito de la isla danesa de Bornholm. Parece ser que Carl Jacobsen se inspiró en el obelisco de la Piazza Della Minerva, en Roma. Cada uno de los elefantes lleva la inicial de uno de sus hijos: Theodora, Paula, Helge y Vagn, mientras él mismo y su esposa Ottilia contemplan su obra.
Puerta de los elefantes
Obelisco de la Piazza della Minerva en Roma, en el cual se inspiró Jacobsen
Carl Jacobsen y Ottilia
Desde entonces, el elefante ha estado presente en Carlsberg y aun se fabrica una cerveza con la receta original cuya etiqueta lleva el dibujo de un elefante.Otro de los logotipos originales de la compañía es una cruz esvástica que empezó a utilizarse en 1881. Tiene su origen en la India, 3000 años antes de Cristo y representa la felicidad. Sin embargo, se abandonó en 1930 debido a la asociación de este símbolo con el nacionalsocialismo alemán. En la fachada interior, entre los dos elefantes se lee la inscripción: Laboremus pro Patria.Empezamos la visita por los establos donde se pueden ver los antiguos carruajes tirados por caballos que transportaban los toneles de cerveza y los repartían por las calles de Copenhague.El transporte motorizado fue desplazando a los caballos aunque curiosamente tras la II Guerra Mundial y debido a la escasez de petróleo tuvieron que servirse de nuevo de la ayuda de la tracción animal.
El caballo de Jutlandia fue un animal de tiro muy común en Dinamarca pero actualmente quedan unos escasos 1000 ejemplares. Además de tener una gran fuerza física es un animal con mucha sangre fría y sus ancestros se remontan a la Edad Media cuando se usaban para la guerra.En los establos hay una pequeña exposición que muestra cómo se hacían las ruedas de carro y un par de máquinas antiguas, una embotelladora y otra para limpiar las botellas.
Jardín de las Esculturas
La elevada chimenea nos señala el edificio donde se encontraba la fábrica pero antes, y aprovechando el excelente día, hacemos uso del primer ticket de consumición, degustando una Carlsberg en el agradable patio. Bajo un cubierto se exponen tres automóviles de época de la colección privada Carlsberg.
Un buen sitio para descansar y degustar una Carlsberg
Seguimos la visita hacia la antigua fábrica en cuya planta baja había los almacenes de cereal, hoy una sala de exposición alrededor de un busto del fundador.
Herramientas de botero
Taquillas de los trabajadores donde guardaban su ración diaria de cerveza
Entramos al laboratorio, un pequeño museo por sí solo. En un ambiente parecido a éste, Emil Christian Hansen aisló el cultivo puro de la levadura.Laboratorio
Laboratorio
Finalmente acabamos en el Jacobsen Brewhouse & Bar. En una sección de la sala se pueden experimentar los diferentes aromas de los ingredientes y también se exponen unas enormes tinas de cobre, antiguos depósitos de cerveza. Desde aquí se puede ver la planta embotelladora del piso inferior. Antes de despedirnos degustamos la segunda cerveza, difícil de escoger entre tantas variedades.
Identificando aromas
Variedades de cebada malteada
Preciosas tinas de cobre