"Si hablamos de izquierda, hacemos izquierda". "Si hablamos de primarias, hacemos primarias". Carme dixit. Hace cuatro días escribía sobre el futuro del PSOE, sobre la necesidad de levantar la mirada del ombligo propio y alzar la vista hacia quienes nos rodean y esperan que les digamos lo que vamos a hacer con nuestro partido y con nuestras obligaciones respecto al futuro común de toda la ciudadanía. También afirmaba, y continúo haciéndolo, que los diferentes discursos y opiniones vertidas acerca del nuevo camino a emprender comparten un importante grado de coincidencia. Ayer, Carme Chacón, con fuerza, decisión, con una capacidad de transmisión que, hasta ahora, echaba de menos en ella, aglutinó en su discurso muchas de las propuestas y de las ideas que muchos estábamos esperando oír desde hace tiempo.
Inconformismo, autenticidad, valor, participación, transparencia, debate, compromiso y, sobre todo, coherencia y cercanía, fueron algunas de las palabras repetidas en numerosas ocasiones por Carme. Y lo hizo sin renegar de uno solo de los avances que los gobiernos socialistas han posibilitado para hacer crecer a España, sin renunciar a escuchar y discutir con todas las voces críticas que alertan sobre la deriva y con el convencimiento de que ya hemos iniciado con paso firme la andadura que nos ha de devolver al lado izquierdo del camino.
Estoy convencido de que no existe ninguna incompatibilidad, ni personal ni ideológica, entre Carme y Alfredo. Pero también lo estoy de que la renovación pasa por la "democratización del liderazgo", como ella ha afirmado. Y, en ese sentido, creo que Carme representa, hoy, ese valor que nos permitiría mirar hacia adelante sin que el pasado constituyera, aún, un lastre. Como "un ejercicio de democracia colectiva y libertad personal" ha definido Carme el proceso que ha de desarrollarse en las próximas semanas. No se puede estar más de acuerdo. Aunque sólo ha de ser el prólogo de lo mucho que hay que hacer a partir del 6 de febrero.
Discurso íntegro de Carme Chacón en Olula del Río