Carmen Camacho deja tras de sí un rastro intenso de simpatía. Es una mujer muy intuitiva, inteligente, empática y creativa arropada de su aire meridional fresco y dinámico, tal y como lo ha demostrado este jueves 21 de abril en su visita a Zafra invitada por el Seminario Humanístico. Hemos disfrutado de su presencia junto a su pareja Tomás Melgarejo en paseos por la ciudad y en las dos charlas que ha realizado. Una en la matiné del IES Suárez de Figueroa y otra en la sede del Parador de turismo, presentada por Patricia Amigo Lorido ante un público que abarrotaba la sala, completamente entregado a la palabra de Carmen en su épica cotidiana reinterpretando el lenguaje como signo de identidad, fruto de este proceso personal es la creación del minimás, una cápsula poética de distintos aromas destilados en los patios de luces de la barriada.
Carmen Camacho deja tras de sí un rastro intenso de simpatía. Es una mujer muy intuitiva, inteligente, empática y creativa arropada de su aire meridional fresco y dinámico, tal y como lo ha demostrado este jueves 21 de abril en su visita a Zafra invitada por el Seminario Humanístico. Hemos disfrutado de su presencia junto a su pareja Tomás Melgarejo en paseos por la ciudad y en las dos charlas que ha realizado. Una en la matiné del IES Suárez de Figueroa y otra en la sede del Parador de turismo, presentada por Patricia Amigo Lorido ante un público que abarrotaba la sala, completamente entregado a la palabra de Carmen en su épica cotidiana reinterpretando el lenguaje como signo de identidad, fruto de este proceso personal es la creación del minimás, una cápsula poética de distintos aromas destilados en los patios de luces de la barriada.