Por: Raúl Villavicencio Finalé
Desconocemos que tipo de construcciones existieron en esta esquina en el siglo XIX pero ya en las primeras décadas del XX se había construido el edificio que contemplamos hoy. En pretil se observa el nombre de La Perla 1916 pero carecemos de más datos al respecto. Después aparece aquí la tienda de tejidos La Nueva Francia de Eduardo Gómez e inmediatamente después la escalera de la planta superior donde vivió el viajante Otero.
Entre La Nueva Francia y la farmacia existe un local con cuatro puertas que aunque externamente conforme una unidad, en realidad siempre estuvo dividido en tres y en cuatro locales de menor tamaño. En las dos puertas cercanas a la mencionada escalera existió hasta 1948 una bodega de nombre Casa Valdés, después de ese año y
La restante puerta perteneció primero al chino José, quien tenía allí un puesto de fritas, chichimuí, chicharrones de viento, etc. Después el local pasó a manos de otro asiático, el chino Felipe quien montó una fonda que vendía arroz frito y comida china en general.
Después de este local encontramos la farmacia, de la cual desconocemos su fecha de inauguración. Primero perteneció a Juan A. Yánez y posteriormente a Alberto Pérez. En los altos se ubicaba la casa de vivienda del dueño. Aun se mantiene ofreciendo el mismo servicio.
Existe una foto de fines del siglo XIX que nos permite apreciar la existenc
Al lado de Papá Julio se encontraba la librería La Peña de Osvaldo Évora, con el más completo surtido de efectos escolares de esa época en que el estado no daba nada y todo útil escolar tenía que ser comprado allí.
Después de La Peña existió un local que aparentaba una bodega pero en realidad vendía efectos agrícolas como frontiles para bueyes. Pertenecía a unos gallegos de apellido Madrazo.
El Bar América de Eliseo Nodarse le seguía a continuación, espacioso y bien surtido, tenía además una fonda en la parte posterior del negocio. En el lugar estuvo después la Agencia "Hino" de viajes a La habana.
Ocupaba entonces dos puertas de las cinco existente en los bajos del Hotel Plaza, construido a principios del siglo XX. La puerta siguiente era la entrada a la fonda La Estrella de Oro propiedad de unos asiáticos, hoy Restaurante El Colonial y la que le sigue la entrada del Hotel que administraba una señora a quien llamaban Lolín. En esa misma entrada se tenía acceso a la agencia de los Ómnibus Aliados, de corta duración, espacio que ocupó Erasto y sus líneas de ómnibus que cubrían las rutas de Sagua Quemado y Sagua Corralillo.
La puerta restante la ocupaba la tienda de baratillos conocida como El Ten Cent La Mina de Finalet. Después reparadora de TV y hoy reparadora de calzado.
Seguidamente estuvo la bodega La Aurora y el Gallito de un gallego. Hoy es una guarapera.
Y pegada a la farmacia existe un local que ha tenido hasta la función de bodega. Antes estuvo allí La popular del asiático Francisco Un, cuya hija facilitó las imágenes del interior que poseemos.