Foto: Okdiario
MANUELA CARMENA SE había conjurado para evitar que el debate sucesorio le acabara estallando a su Gobierno antes de tiempo. Difícil empeño si tenemos en cuenta las peculiaridades de la candidatura ciudadana de Ahora Madrid, que ella encabeza.Sabe la alcaldesa mejor que nadie que ella es la argamasa que ha conseguido el más difícil todavía una vez obtenida la vara de mando municipal: fraguar las singularidades políticas, en ocasiones dispares, de su equipo más cercano con los concejales procedentes de Podemos, Ganemos e Izquierda Unida.
Ella fue el aglutinante de aquella candidatura dispar que las responsabilidades de Gobierno, como era previsible, no han conseguido unificar. Cada familia y sensibilidad mantiene su propio criterio en los grandes asuntos -Operación Chamartín, cocheras del Metro de Cuatro Caminos, Venezuela, conflicto de Cataluña- hasta el punto de que a la hora de votar cada uno lo hace como mejor considera y no siempre en la misma dirección.
Lo que ha sucedido ahora, en el ecuador del mandato, es que Manuela Carmena ha vuelto de vacaciones con la idea de repetir como candidata. Todos los indicios apuntan en ese sentido.La cuestión es que ella ha repetido una y otra vez, en público y en privado, que no volvería a ser cabeza de cartel electoral. Que ya se vio obligada a “renunciar al paraíso de la jubilación” y que no volvería a cometer ese “error”. Pero todo apunta a que se la va a jugar y lo va a cometer.Antes de que este miércoles su amiga, confidente y mano derecha Marta Higueras dijera que «entre todos» están tratando de convencerla, había ocurrido otro episodio, que pasó algo inadvertido, aunque no es precisamente menor.El concejal de Ahora Madrid Pablo Carmona, procedente de Ganemos y uno de los críticos en el seno del Gobierno municipal, saltó a la arena pública de Twitter para contestar al todopoderoso coordinador general de Alcaldía, Luis Cueto, otra de las personas de la máxima confianza de Carmena.Cueto dijo que lo importaría ir en una lista electoral de Ahora Madrid si detrás de la candidatura hubiera un "equipo ilusionante". Y a Carmona, claro, le faltó tiempo para avisarle de que las "las únicas candidaturas que ilusionan se eligen en primarias abiertas y con sistema proporcional" y que la función del coordinador no es la de "ofrecer titulares inoportunos y fuera de sus funciones en el Ayuntamiento". Interesante duelo entre bambalinas que, a buen seguro, no se quedará ahí. Y lo que también parece evidente es que ediles díscolos como Carmona, Rommy Arce o Montserrat Galceránno lo van a tener fácil para repetir en ese pretendida lista “ilusionante”. Al día siguiente, los periodistas le preguntaron a la alcaldesa y ella trató de enfriar la controversia diciendo que "no es el momento de hablar de elecciones, estamos en el presente”. Es innegable que estamos en el presente, pero no es menos cierto que ella piensa ya en su futuro y no precisamente como jubilada. Su trabajo en Naciones Unidas tendrá que esperar.
La puerta no está entreabierta, como dijo Higueras, está abierta del todo. La alcaldesa está en campaña. Carmena se queda.