(Ficha completa pinchando en la portada)
Joseph Sheridan Le Fanu (Dublín, 1814-1873) nació en el seno de una familia de origen hugonote. Estudió Leyes en el Trinity College y trabajó como periodista y editor en la Dublin University Magazine, de la que llegó a ser propietario. Considerado uno de los fundadores del género de terror moderno, su progresiva misantropía tras la muerte de su esposa hizo que se lo conociera como el Príncipe Invisible. Su obra más famosa, Carmilla, es una de las primeras historias de vampiros modernas.
Aislada en el viejo y austero castillo de su anciano padre en Styria, Laura sueña con tener compañía y amistad. Las circunstancias hacen que su padre ofrezca hospedaje a una viajera misteriosa que podría ser la amiga que Laura necesita. Sin embargo, la atracción y el miedo se confunden en el corazón de la joven cuando descubre el rostro de su huésped: este se corresponde con la imagen de una aparición que la impactó en su infancia, a los seis años.
Carmilla, el texto gótico que Joseph Sheridan Le Fanu publicó en 1872, precursor de otros clásicos como Drácula, de Bram Stoker, recibe un nuevo tratamiento ilustrado: los dibujos de Ana Juan, cuyos delicados trazos en blanco y negro acompañan a la clásica historia vampírica.
Carmilla es un cuento, más que novela, aunque ésta pasa de las 100 páginas. Por la forma en la que está narrado, me hace pensar más en los cuentos de terror (la verdad es que da bastante canguele). La narradora es Laura, que cuenta su terrorífica historia en primera persona, para darle más credibilidad.
Los personajes son (algunos) bastante siniestros, y creo que las ilustraciones tienen algo que ver Carmilla es siniestra, tanto en su personalidad como en su imagen, pero además es persuasiva, y sabe que puede hacer cualquier cosa que se proponga.Laura, la narradora, es una niña de bien, mimada, risueña... hasta que Carmilla se cruza en su vida. Entonces empieza a hacer cosas que no son normales en ella...Hay más personajes en la novela, claro, pero son secundarios y acabas centrándote más en estos dos que os he dicho.
La ambientación es lo que más me ha gustado del libro. Y una vez más, las ilustraciones tienen mucho que ver en esto, porque me han sumergido de lleno en el mundo y en las escenas que nos va narrando Laura, así como en las situaciones en las que se ven envueltos nuestros pesonajes.
Lo primero que quiero comentarios es que no soy muy dada a leer libros ilustrados, no sé por qué (no es manía ni nada por el estilo, simplemente no suelo leerlos). Sin embargo, de esta edición me enamoré nada más verla y no pude resisitirme. Creo que me voy a empezar a aficionar, porque he descubierto un par de cosas que ocurren con los libros ilustrados: la primera es que puedes llegar a canalizar mejor los sentimientos de los personajes (sobre todo si el ilustrador es bueno) y lo segundo es que te ves más envuelto en la ambientación.
Después de terminar el libro, me puse a buscar más información acerca del autor y si había escrito más obras, y he llegado a la conclusión de que me voy a leer más obras suyas, además de hacerme con el original de Carmilla, aunque sea en inglés, porque me he quedado con unas ganas terribles de leer su versión sin ilustrar.
También, en ese proceso de búsqueda, me encontré con una serie basada en este relato, novela, cuento de terror, como queráis llamarlo (yo diría más bien que es un cuento, aunque parece ser que Joseph Sheridan le Fanu es uno de los precursores de la novela de terror). Así que, evidentemente, si saco tiempo la veré y os podré contar qué tal.
Mientras tanto, os la recomiendo encarecidamente, porque pasaréis un rato (no) agradable. El libro da bastante miedito si te metes de lleno, aunque eso sí, se lee en un rato y disfrutas un montón.