Era el segundo año que buscaba algo con la idea de mariquita; qué obsesión: fue el primer disfraz de mi hijo mayor, que también intenté sin éxito ponerle a la peque el año pasado, además de no encontrar ropa para tunear. Acabó de happyflower
Y cómo hemos cambiadoooo…
Este año me fui de nuevo a H&M y me gustó esta falda. Claro que… ¿y qué idea me inspiraba? Confieso que me vino a la mente Alicia en el País de las Maravillas y la Reina de Corazones, y como me venga algo a la mente he de darle salida, porque a mis años me da ya mucha pereza seguir investigando en ella. Apañé unos leggings divinos también de la misma tienda (qué colores más golosos… es que me gustarían unos para mí aunque fueran para andar por casa), y una camiseta básica para tunearla con algo que dijera de qué iba disfrazada por eso de que, salvo mi hijo que bebe de mis mismos chistes, nadie más iba a saber de qué iba
Y no hay mal que por bien no venga… ¡así, puede reutilizarlo todo de nuevo! La camiseta al final quedó así:
En fin, que muy ortodoxa sé que no soy en ningún ámbito, así que… Carnaval, ¿carnaval?, te quierooooo, pero no sé si mis hijos te acaban de querer.