Carnival of souls - 1962

Publicado el 10 junio 2015 por Jimmy Fdz

Director: Herk Harvey
  Vamos bien, siguiendo la línea... ¿Línea de qué, de dóne? La que inició ayer "The night of the hunter", esa espectacular película de Charles Laughton, la única que hizo como director. A propósito, acá tenemos el único largometraje que realizó Herk Harvey, más dedicado a los cortometrajes y los documentales breves, y el que le significó cierto renombre dentro de lo que es el terror en el cine. Y no es de extrañar, considerando que "Carnaval of souls" alcanza y mantiene altas cotas de calidad en su breve pero aprovechado metraje, amén de un director que entiende el terror no como un compendio de sustos sino como una experiencia que es fruto de la deliciosa pero nada fácil mezcla de elementos expresivos y atmosféricos. En base a las pocas películas de terror que he visto de aquella época, al parecer esa era la tónica: la sutileza por sobre el exceso, el malestar perpetuo por sobre el susto efímero, síntoma de décadas más recientes. Pero qué sé yo, mejor me limito a esta película...
  Una mujer que trabaja tocando el órgano en las iglesias se ve involucrada en un fatal accidente del cual sale viva de milagro, sin que nadie sepa cómo demonios lo logró, ni siquiera ella. Desde entonces, comenzará a caer en una espiral de locura cuando jura que un hombre de aspecto fantasmal la persigue a todos lados.

  De "Carnival of souls" hay poco que señalar ahora, pues con ansia y nervios como que me bloqueo y me cuesta pensar. Lo más importante creo que ya lo he dejado escrito en el primer párrafo, esto es la manera en que el director pone en escena el terror sin abusar de lo tangible de los miedos, más bien dejando que lo subyacente de los mismos vaya carcomiendo el fotograma, a la protagonista y, por ende, al espectador que se ve atrapado cada vez más en una pesadilla de la cual aparentemente no hay escapatoria. El director, básicamente, utiliza dos cosas: una presencia fantasmagórica que se deja ver de vez en cuando sin mayor explicación -él mismo, jeje-, y una suerte de aislamiento dimensional que ocasionalmente nos sume en una fantasía surreal y desasosegante. Poco a poco, ambas armas narrativas y argumentales confluyen en una atmósfera incómoda, malsana y completamente deslumbrante, sobre todo por su sencilla elegancia que hace de una caminata, un baile o una mirada una experiencia terrorífica y descolocante, que nos sume en una caída abismal. Y de eso se trata todo: no de entender, sino de experimentar, lo cual queda de lujo toda vez que la película desprende un potente magnetismo que, mejor aún, va in crescendo hasta un final que los dejará aún más extrañados, principalmente porque en lugar de aclarar/destruir toda duda, las potencia aún más, acrecentando el misterio...
  Herk Harvey construye dos espacios, el real y "el otro", que puede ser o no ser lo que pensamos que es, el de la vida y el de la desesperación, o la no-vida, y los relaciona y confunde a través de la protagonista, con tantas ansias de huir como de saber por qué demonios se siente atraída a esa imponente y abandonada edificación -atracción que a uno como espectador lo atrapa todavía más, pues uno también quiere ir-, convirtiéndola a ella en el gran pilar narrativo, lo que la actriz lleva a cabo de manera contundente. Por lo demás, la construcción psicológica de los espacios y el de la protagonista en sí me parecen fenomenales y prueba, nuevamente, que el director tiene un ojo preciso y una cámara aún mejor, evocadora y directa, para fundir realidades y percepciones, tarea fundamental para este tipo de relatos. La caminata final que la protagonista emprende hacia su destino me capturó completamente...
  En fin, eso sería todo: "Carnival of souls" es una película hecha con cuidado, respeto y dignidad, y ahí tiene el resultado: terror del bueno. Disfrútenlo.