Mentalidad de crecimiento, talento para el éxito
Es comúnmente aceptado que conceptos como la inteligencia y el talento están determinados desde nuestro nacimiento, que la vida es una especie de partida de póker en la que cada cual tiene unas cartas asignadas desde el inicio. La Profesora de la Universidad de Stanford Carol Dweck considera esto como un error, ella asegura que todos podemos cambiar con esfuerzo, en su libro ¨La Actitud del Éxito¨ sostiene que existen dos tipos de personas: las que tienen una ¨mentalidad fija¨ y las que tienen una ¨mentalidad de crecimiento¨, estas últimas, generalmente, son percibidas como más exitosas en la vida.
Las personas con una mentalidad fija creen que la inteligencia y el talento son rasgos que no cambian, creen en el talento como algo innato, que antes o después surgirá con el tiempo, sin necesidad de ser desarrollado, tratan de justificar sus errores intentando demostrar que son inteligentes y/o exitosas.
Por el contrario, las personas con una mentalidad de crecimiento piensan que sus cualidades pueden mejorar a través del trabajo continuo y el esfuerzo, ellos consideran los desafíos como una oportunidad continua para evolucionar y mejorar.
Las personas que suelen destacar en cualquier tipo de actividad (economía, ciencia, música, deportes...) suelen tener una mentalidad de crecimiento, son personas que tienen la habilidad de aprender de sus propios errores, que perciben las críticas de manera constructiva. En un mundo tan competitivo, en el cual la información está disponible a un solo ¨click de botón de ordenador¨ es muy difícil destacar en cualquier tipo de actividad sin una gran dedicación, sin esforzarse de manera permanente y constante, es por ello que en el entorno empresarial muchos empresarios y reclutadores consideran la pasión por la actividad como un requisito de gran valor en los empleados. La pasión tiene que ver con el amor a tus acciones, con una connotación positiva del significado de esfuerzo y el esfuerzo representa el compromiso hacia las cosas que uno valora.
En ocasiones podemos llegar a creer que no disponemos de la suficiente inteligencia o talento para lograr algo y este es el motivo por el que fracasamos en nuestros proyectos, sin llegar a considerar que con la perseverancia adecuada nuestras metas estarán a nuestro alcance.
Las personas con una mentalidad de crecimiento son generalmente más felices y exitosas, para ellos el optimismo es un posicionamiento moral, perciben cada situación como una oportunidad para mejorar, son mucho más rentables para su entorno (empresarial y social), sirven de reflejo e inspiración para otros, suelen ser mejores padres, profesores, jefes y amigos, porque creen que las personas pueden mejorar y ayudan a estimular el crecimiento y aprendizaje de otros.
Por
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas
Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos
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