Ya en el calentamiento me noto flojete, sensación que achaqué al calor que hizo desde primera hora. Mi idea era muy arriesgada, si tenemos en cuenta los precedentes de la semana pasada. Osada para unos, también considerada como imprudente (con su parte de razón) si lo pienso en frío. Opté por ser valiente y hacer posible la opción de rebajar mi mejor tiempo en 10 kms.
Salida en tromba con mucha gente bastante fuerte y con ganas de correr los 10km. Enseguida me pego al grupo que persigue a la ganadora de la carrera, Carolina Robles (bronce nacional en 3000 obstáculos), justo detrás de ella y por momentos a su lado. Había mucha gente en los grupos, con lo que me pude aprovechar de ello para sacarle provecho a la primera mitad de carrera para ir protegido, de manera que pasé el km 5 de la carrera en 17:22 (3:28 min./km). Sí, más rápido que en los casi 6km de la semana pasada, pero también tenía la certeza de que podía estar ahí rebajando los 35:33 que establecí como mejor crono.
Por cierto, tampoco ayudaba en nada el hecho de que no hubiera ni un sólo punto kilómetrico bien puesto en todo el recorrido. No fuí el único al que mermó ese detalle, inadmisible a todas luces. Eso sí, ni mucho menos voy a usar eso como excusa para justificar un resultado muy lejos de mis expectativas.
Fui valiente, llegué a la Avenida Kansas City y de ahí al cementerio. Un kilómetro y medio de recta donde sopló aire que me fue minando, con el factor añadido de no enganchar ningún grupo con el que protegerme durante ese largo tramo de prueba. Pasado el km 8 (calle Tesalónica) me recuperé algo, incluso tratando de levantar rodilla para ganar amplitud de zancada, siendo de 28:52 (3:36 min./km) en el paso de control kilométrico. Destacable fue el giro a la derecha hacia calle Ada, donde hubo cientos de recortadores que bien pudieron ver recompensada su triquiñuela en forma de marca personal (sencillamente lamentable), que en vez de 700 metros hicieron unos 650 o algo menos. Último giro a falta de 200 metros para meta, con la esperanza frustrada de que la mala colocación de carteles de kms me diera una sorpresa para luchar por hacer el tiempo que buscaba. Además, los últimos metros son en subida
Finalmente, entro sin sprintar ni nada porque iba con menos fondo que el bólido de Fernando Alonso y paso por el arco de meta en 35:57. Que sí, que tengo que estar satisfecho por no alejarme mucho de mi mejor crono y por no tirar la toalla, a pesar del día de calor que tuvimos y mi arriesgado planteamiento; no obstante tengo claro que regulando sólo un poco el primer 5000 y con ciertos factores externos a favor podría tener la marca que sé que valgo para lo que estoy haciendo.
Próxima carrera: la Morisca de La Puebla de Cazalla, junto a la buena gente de mi club, el C.D. La Antorcha.