Carril bici, ¿sí o no? Cuatro razones por las que es necesario en tu ciudad

Por Rafael @merkabici

¿Suele desplazarse en bicicleta por la ciudad? ¿Hay muchos que como usted recurren a este medio de transporte? ¿Se siente usted seguro? Contrariamente a lo que muchos piensan, en las asociaciones pro bici en España abundan ideas muy dispares: las hay que defienden una red de carriles-bici urbana como condición sine qua non para fomentar el velocípedo y las hay absolutamente en contra, diciendo que los problemas de este vehículo son otros como la educación, la mentalidad y la exagerada libertad de la que gozan los coches frente a otros transportes alternativos.

Yo apuesto por el carril-bici. Portavoces de la asociación ciclista Sevilla En Bici me han recordado cómo la instalación masiva del carril-bici en la capital hispalense fue objeto de protestas vecinales e incluso de manifestaciones, y hoy es la cuarta mejor ciudad del mundo para pedalear. Con Sevilla rivaliza Zaragoza, también con una tupida red de carriles segregados. La principal asociación ciclista madrileña En Bici Por Madrid no defiende en cambio el carril con la misma pasión, y asegura que en la Villa capitalina puede uno moverse con garantías. No estoy de acuerdo. Y aquí van cinco razones por las que apoyo el carril bici.

Porque da menos miedo. ¿Qué prefieren, ir en bici por el Paseo del Prado de Madrid en una vía ciclista compartida con vehículos de motor y con coches zumbando a tu vera, o circular por una vía libre de utilitarios? Yo prefiero lo segundo, y aunque puede que me atreva a pedalear por esos carriles compartidos en los que hay una bicicleta dibujada al lado de un número (30) que delimita la velocidad máxima (y que los coches se saltan a la torera cuando pueden), mi madre no se atreverá. Ni muchas otras personas.

Porque es más seguro. La bici suele ser segura, con o sin carril bici. Pero más con carril. En agosto de 2013 falleció un ciclista atropellado en el barrio madrileño de Tetuán. En enero de 2014 otro ciclista murió junto a la Politécnica. En mayo otro en Puerta de Toledo. Tres en menos de dos años, y eso solo en Madrid, que es una ciudad donde los desplazamientos en bicicleta son una birria comparados con Sevilla. Desde 2007 en Sevilla han muerto solo tres personas.

Los detractores del carril dicen que éste no resuelve el problema de los “cruces”, como si no hubiera accidentes de vehículos a motor en las intersecciones. ¿Qué me dicen de los giros, de acercarse demasiado a los coches aparcados a la derecha? “No te pegues a la derecha, ocupa el centro de la calzada”. Ya, y así formamos una cola kilométrica de coches pitando a lo loco.

Porque saldrán más ciclistas. Lo puede comprobar el alcalde que quiera: un carril bici en condiciones es una fórmula contrastada para que más gente se desplace en velocípedo. En Bruselas, la capital de Bélgica, la bicicleta es todo un símbolo nacional pero a diario se desplazan cuatro gatos en comparación con Gante o Amberes. Cuantos más ciclistas, menos coches. Y eso es bueno, porque descongestiona el transporte público y se contamina menos.

Porque coches, viandantes y ciclistas pueden convivir. Observen este post, de 2009. Ni una comparativa fiable, ni un dato, todo aseveraciones que no se sostienen si cogiéramos los ejemplos que hay en España y en el extranjero. En Nueva York quieren copiar el modelo escandinavo de carril-bici (veremos en qué queda la cosa), una vía segregada muy amplia en la que se puede adelantar sin problemas: esa es la tendencia. Recordemos: en las ciudades más avanzadas, el carril-bici bebe de los coches (va en paralelo a la calzada) y de los peatones (comparte con ellos semáforos para cambiar de dirección, por ejemplo). Sí, coches, ciclistas y peatones pueden convivir. Es más: pueden convivir mejor con carril-bici.