En ocasiones especiales la suelo hacer porque sé que les encanta.
La última vez fue para esta reciente vuelta a casa de mi hijo, ya sabéis cómo nos alegra que vuelvan. Hasta El Almendro se hizo con ese anuncio en el que ponían tanto sentimiento, que sin aún haber tenido yo hijos se me atragantaba la garganta y me hacía contener las lágrimas amenazando un llanto sin control. Parece que me avisaban, jjj.
Me dejo de historias personales y os cuento mejor como hago este plato, pronosticando que os va a gustar, y si no ya me diréis.
- Carrilleras limpias 8.- Cebollas rojas 2.- Mantequilla 30 g.- Pastillas de caldo de carne, 2.- Guisantes un puñadito.- Harina.- Vino de Jerez 1 copa.- Vino Málaga Virgen (dulce) 1 copa.- Pimienta negra molida.- Aceite de oliva 5 cdas.- Sal.
Elaboración:
Pon la mantequilla con un par de cucharadas de aceite de oliva a fuego medio en una sartén y cuando funda rehoga las cebollas cortadas en pluma. Salpimenta.
Baja al mínimo la llama y confítala alrededor de 30-40 minutos, estará lista en cuanto desprenda olor a caramelo. Reserva.
Sala y pasa las carrilleras por harina y sacude el exceso. Dóralas en el aceite por los dos lados en la exprés.
Añade el Jerez y espera que se evapore el alcohol. Cubre con agua, incorpora las pastillas de carne y tapa la exprés dejando que se ablanden alrededor de media hora.
Pasa las carrilleras a la sartén de la cebolla. Agrega el vino de Málaga y caldo de la cocción, suficiente para que queden cubiertas. Comprueba la sal. Gíralas de vez en cuando. Agrega los guisantes dejando que se mezclen los sabores y que quede la salsa en su punto.