Carrilleras de ternera a la vainilla

Por Recetasdetiaalia

Llevaba tiempo queriendo compartir esta receta con vosotros y si no lo he hecho antes ha sido por eso de no saturar con demasiadas publicaciones y repartirlas a lo largo de la semana, de dos en dos, como es costumbre en esta casa. También es cierto que las navidades se han metido por medio y que, aunque no haya dejado de publicar, el ritmo ha bajado un poco. Y es que muchas son las cosas que me han mantenido ocupada estas semanas y de las que he disfrutado a conciencia. Espero que vosotros hayáis hecho lo mismo :)
La carrillera o carrillada es un corte de carne en el cerdo y la ternera que procede de los músculos maseteros o, hablando en cristiano, de los mofletes o carrillos. Contiene bastante grasa, de ahí su potente sabor, y pertenece a la casquería.
En los últimos años se ha convertido en una carne muy popular y apreciada junto con otros cortes como el morcillo, el rabo de añojo o el ossobuco. Y no es de extrañar porque es una carne jugosa y melosa que se deshace según entra en la boca.
Existen muchas maneras de preparar la carrillera. Quizás la más popular sea al vino tinto con verduras, de la que encontrarás multitud de versiones entre las que se encuentra la mía: carrilleras de cerdo ibérico al vino tinto, una de las entradas más visitadas del blog.
Hoy propongo una variante que me da que os va a gustar mucho y que no requiere ni de muchos ingredientes ni de aparatos extraños para su elaboración. Fácil y exquisita a la vez. De las de no poder dejar de mojar pan.
¿Os cuento cómo se hace y os animáis?
Necesitamos (para 4-6 personas)
  • 2 carrilleras de ternera
  • Harina de trigo
  • 60-70 grs de aceite de oliva
  • 500 grs de cebolla, en juliana
  • 1 vaina de vainilla
  • 200 ml de coñac
  • 400 ml de vino blanco seco
  • 200 ml de fondo oscuro o caldo de carne
  • Sal y pimienta negra

Además
  • Olla a presión

Preparación
Salpimentamos las carrilleras y las espolvoreamos con harina hasta cubrir bien, retirando el exceso.
Calentamos la mitad del aceite en una olla a presión y marcamos las carrilleras para sellar sus jugos. Retiramos y reservamos.
Añadimos el resto del aceite a la olla y, cuando haya tomado temperatura, incorporamos la cebolla y la pochamos a fuego muy suave. No debe dorarse.
Cuando la cebolla esté tierna y transparente, agregamos las carrilleras.
A continuación incorporamos el coñac, llevamos a ebullición y flambeamos.
Regamos con el vino blanco y el fondo oscuro y, cuando comience a hervir de nuevo, agregamos la vaina de vainilla y cerramos la olla.
Cocemos a presión durante 30 minutos aproximadamente. El tiempo dependerá de la olla que utilicemos, del tamaño de las carrilleras y de la calidad de las mismas. Para asegurarnos que las carrilleras están en su punto pinchamos con una brocheta. Si notamos resistencia, cocemos durante unos minutos más.

Una vez listas las carrilleras, atemperamos antes de retirarlas y laminarlas.
Retiramos y desechamos la vaina de vainilla y trituramos la salsa. Colamos para que quede más fina y ajustamos el punto de sal/pimienta.
Servimos las carrilleras acompañadas de una guarnición de verduras al vapor y sobre una parmentier de patata.