Carta a mis queridos lectores: felicidades (Por: Alfredo Abrisqueta).

Publicado el 19 febrero 2013 por Alfredo
Esta entrada está dedicada a todos mis lectores:
Hace tiempo, el blog El Pensador fue ideado por un grupo de amigos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid. En ese instante, a raíz de las vigorosas y electrizantes palabras de nuestro profesor el Dr. Javier Bustamante, nos pasó el testigo como filósofos para impregnar nuestro pensamiento en el mundo e intentar transformarlo. Una misión difícil sin duda, atrevida quizá, pero llena de emoción.
Al principio fuimos cuatro los protagonistas del blog, poco a poco fui quedándome solo. Entre exámenes y demás problemas en la vida, mis queridos amigos como Antonio, Pablo y Baciu fueron quedándose atrás por el camino. Sin embargo, siguen presentes en la memoria de El Pensador y en las tertulias que mantenemos por los pasillos de la facultad o en las redes sociales, y sin duda alguna, el agradecimiento que tengo por su trabajo es enorme e inmenso.
El objetivo de El Pensador no era otro que hacer llegar la cultura a la sociedad de una manera sencilla y amable. Compartir el pensamiento de nuestros grandes filósofos e intelectuales de la historia conseguiría mantener un pueblo mucho más consciente de sí mismo y mejor preparado para las adversidades. Es un objetivo bastante pretencioso que sin duda no es imposible. Muestra de ello puedo deciros que estoy saturado en las redes sociales entre debates, preguntas y opiniones. Por no mencionar claro está que cada día aumentamos el récord de visitas y son más los países en el mundo que nos aprecian.
Desde aquí me gustaría decir con orgullo que ninguna vez en la historia de El Pensador he dejado que la publicidad ultrajase la esencia del blog. La cultura no es un lucro y así al menos lo he entendido yo. Firmemente creo que compartir información en la red es un derecho y no un delito. Así pues, me gustaría decir que, sin ningún euro en el bolsillo, seguiréis disfrutando del blog todo lo que se pueda y más.
Y una vez más, muchísimas gracias a todos por leer El Pensador, por compartirlo y por darle vida cada día. Por que realmente sin vuestro interés, sin vuestra voluntad por aprender y enseñar y, definitivamente, sin vuestra presencia, sería imposible realizar el trabajo tan hermoso realizado aquí. Una vez más, y no me cansaré de repetirlo, muchísimas gracias.
Quién se merece un aplauso no soy yo, sino todos vosotros.

Atentamente: