Pablo, Pablo. Jamás pensé que serías tan mediocre.
Recuerdo cuando ibas de tertuliano a las sexta y apuntabas maneras aunque, ya entonces, te faltaba un poco de mala leche.
Reconozco que eres un buen orador, de los que no necesitan papeles. Pero mira, saber hablar no es suficiente. Hemos visto a muchos charlatanes de feria que también hablan sin papeles durante todo el día y no por ello son aspirantes a presidir un país como España.
Evidentemente, no eres un líder. No transmites ni ilusión ni confianza. Un líder va delante y, o le sigues o te quedas muy atrás. Como no eres líder y lo sabes, necesitas apoyos pero eres tan mediocre que ni siquiera sabes elegir esos apoyos.
Pero, alma de cántaro, ¿Cómo te vas a los pechos de Rajoy, cobardón donde los haya o del patán Egea?
Con esos apoyos del pasado y del presente no vas a ninguna parte y lo que es peor, estás molestando en medio, sin hacer nada por España.
Escucha bobo, si quieres seguir donde estás y te sientes capacitado para sacar a España del caos en el que estamos te sugiero hacer lo siguiente:
Convoca una rueda de prensa nacional e internacional a la que bien podrías titular "Emergencia Nacional" y anuncias lo siguiente:
1. Ruptura con el pasado del PP. Rajoy no existe. No se le pasea. Prohibido que hable en nombre del PP
2. Cambio de sede.
3. Fuera el patán manipulador Gea y con él fuera todos los pelotas que tienes a tu alrededor. No valen un duro. Necesitas gente que te diga la verdad.
4. Recupera a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del partido, tanto en el parlamento como fuera de él. Los miércoles la pones a repartir hostias en el Parlamento. Que el banco azul esté acojonado toda la semana pensando en la que le espera. Es la mejor repartidora de hostias que puedes encontrar y no la callas ni debajo del agua. Es capaz de acorralar a un león.
5. Haz ya el congreso del PP madrileño y de ahí saldrá Ayuso como presidenta. Es el mejor apoyo que jamás podrás encontrar. Una política que, valiendo más que tu, está dispuesta a darte paso y a apoyarte.
6. Pide disculpas a Abascal. Nunca, nunca, nunca debías dirigirte a ese español de pura cepa en los términos que lo hiciste. A Abascal no se le supone el valor, ya lo ha demostrado. Un hombre así hace falta en un gobierno de reconstrucción nacional. Errar es humano y se puede disculpar. Rectificar y pedir disculpas es de buena gente. ¡Hazlo, cojones!
7. Ante esta emergencia nacional, propón la unión de todas las fuerzas políticas de centro derecha.
Anuncia un gobierno en el que, si tu ganas las elecciones, Ayuso y Abascal serán tus vicepresidentes.
8. Haz un programa ilusionante. Acaba con todas las mamandurrias. Acaba con todos los derroches. Pon a España en valor y no se aguanta ni un atropello más de nadie. A España hay que respetarla.
Mira Pablo, si no haces nada y sigues esperando la caída de la fruta madura, es que todavía no te has enterado de la clase de personaje que hay en la Moncloa.
Si no vas a hacer nada, quítate de en medio y deja paso a Ayuso, que está si sabe quien hay en la Moncloa y además, sabe rodearse de consejeros muy buenos.
Si seguimos esperando a que la cosa se ponga cada vez peor y caiga la fruta madura, debes saber que es fruta borde que hay que arrancar y echarla a los cerdos, si es que la quieren.
El centro derecha debe salir a la calle. Tenemos que ser una pesadilla para el gobierno.
En fin Pablo, si no haces nada que sepas que VOX va a seguir creciendo y probablemente llegue a los 70 escaños o más y entonces tu ya no serás presidente del gobierno.
Ayuso será la presidente y Abascal el vicepresidente primero y tu carrera política se habrá acabado.
No quiero ocultarte que esta última solución es la que más me gusta pero es la más difícil a corto plazo y nuestra España no podría soportar seis años más con el HGP en la Moncloa.
Viva España
Nota: La carta es dura y utiliza un lenguaje ofensivo que, en parte, hemos suavizado, pero dice verdades que no es fácil leer ni escuchar en este país de cobardes, pelotas y demasiados medios de comunicación sometidos al poder de la Moncloa. Por eso la publicamos.