Revista Psicología

Carta a un familiar o allegado de bipolar (por A.D.P.P.)

Por Blogsmtenerife

Carta a un familiar o allegado de bipolar (por A.D.P.P.)Quierocontar la historia de familiares a los que veo con admiración entender sinmiedo, con sencillez, sin palabras. Veocomo buscan la mejor comprensión y llegan a ella, sin afectación. Veo respeto,cariño y paciencia, que son los ingredientes principales. Estaenfermedad que aparece como una tormenta y desaparece y deja resaca, es fácilde entender, para los familiares que se acercan a descubrir los detalles. No através de esa información que aparece en internet y que angustia y despista másque ayuda, sino de los que visitan las reuniones de las asociaciones o gruposde ayuda mutua. Comoa un niño que se siente mal y no  tienepalabras para expresar su dolor, nos sentimos en los peores momentos ysimplemente una caricia te alivia. Quisieraexpresarles a tantos enfermos lo afortunados que son. Sus familiares buscanayuda, sin saber si existe. Veocomo personas sencillas comprenden más que otras muy preparadas. El amor puedeabrir puertas a esa comprensión. Ysabes cuando una familia es reparadora y acompañadora en la tormenta. Perotambién son constantes en los buenos tiempos. No se comportan como víctimas,  ni sobreprotectoras, no hay miedo. Pueden encontrar aquí características donde cada familiar encuentre uno o variospuntos con los que se sienta identificado. Tal vez ninguno, pero nunca estarde para la comprensión y el respeto. Qué afortunados son los que no están solos y los que acompañan y los que recuperana los que se han perdido.Piensoal escribir en:Los que noutilizan la enfermedad para herir y menoscabar, los que valoran la lucha diariadel enfermo por sobrevivir, y elogian su mérito por cada tormenta superada.Los  que no juegan con la inseguridad y ladebilidad.Aquellos queno te abandonan.Quienes temiran a los ojos en las buenas y las malas y saben que tú estas ahí, que siguesahí entre la maraña.Los queayudan a otros familiares a comprender en pocas palabras.Los que seenfadan cuando te descuidas, cuando haces cosas que te perjudican.A los queestán por navidad, haciéndote sentir que no hace tanto frio y se preocupan por quéno estés solo en esas fechas.Los que nose ríen de tus intentos por seguir a delante y retomar tu vida.Aquellos quete sacan de la cama y te llevan a pasear, cuando no puedes con la vida, o teinvitan a quedarte en casa cuando quieres escapar al mundo.Los quesaben por qué te tomas una coca-cola a media mañana, porque saben de los efectosde las medicinas.Los quecomprenden tu relación con el dolor y que es tu compañero más fiel.Porqueaceptan la enfermedad y su cronicidad pero también saben que es episódica, esdecir que no está siempre activa.Los que tehacen la vida mejor y te animan a vivirla.Los queescuchan las noticias que afectan a la enfermedad con la esperanza de nuevasexpectativas.Quienes aúnsintiendo miedo siguen a tu lado.A los que notienes que recordarles que eres un triunfador en cada tormenta por levantartedespués de cada caída.Los que nosienten culpa y te lo hacen saber.Los que note tratan como a un niño ni como a un extraterrestre.Los quesufren cuando te ven mal pero saben que pasará.Los que tepreguntan lo que pueden hacer para ayudarte, escuchan y aprenden.Los quesaben que los pensamientos suicidas no son un capricho tuyo, sino un síntoma dela enfermedad, que la medicación y una compresión de cómo desactivarlos, son elmejor remedio, y si le añadimos unos paseos tranquilos, mejor.Los queaunque no comprenden nada siguen junto a su familiar, porque algún díacomprenderán.A los queesperan a que su familiar acepte la enfermedad y tome la medicación.Los que sepsicoeducan.Esos hijosque  a pesar de ver a su padre o madreenfermo, lo respetan y dignifican.A los queaún estando enfadados con la enfermedad acompañan.Los quesaben escucharte y captar lo básico e importante de tu mensaje cuando miles depalabras brotan de tu boca y un monólogo se adueña de ellas. Cuando te ayudan arecuperar el hilo de tu discurso y te recuerdan que resumas.A los que tehacen reírte de ti mismo.A los que teaman.A los queodian.A los que teignoran.A los quenunca estarán.A los quesiempre están.A los que sealejan.A los que vany vienen.               Quienes sepreocupan cuando llevan tiempo sin saber de ti." Sabemos, a los que nos hatocado vivirlo de cerca, que el trastorno Bipolar puede ser muy perturbadorpara la persona enferma y para todo aquel que permanezca cerca, porque afectala habilidad para ser funcional en las actividades de cada día, afecta altrabajo, estudios, a nuestros familiares  y a la vida social. Todosqueremos que nuestros seres queridos mantengan un saludable estado físico ysobre todo mental. Seguir la evolución de unfamiliar o amigo con este tipo de trastorno puede resultar muydifícil. En un primer momento todo el mundo puede asustarse por undesconocimiento general de lo que es la enfermedad. El enfermo tiende aesconder o a disimular sus estados de ánimo porque al ser tan radicales sonconsiderados vergonzosos o porque son mal vistos por un amplio grupo social. Estoquizá, es lo más duro de llevar. Pero, ¿sabes?, también he visto quela Bipolaridad trae consigo una especial sensibilidad, esto hace que sepueda conectar mejor con el mundo menos material, con lo bueno y lo justosiempre y cuando se sepa sintonizar con lo positivo. Si este potencial delque dispone un bipolar les lleva a un crecimiento como personas debido aque quedan amplificadas todas las ideas y si estas son positivas, existirá unagran ventaja con respecto al resto de lo mortales "Texto enviado a Saltando Muros por Diana, seguidora de nuestra página.

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