Copio del blog de Rinze y suscribo, esta carta:
Señor Alberto Ruiz-Gallardón:
Leo sorprendido estos días las noticias acerca del revuelo que se está montando en Madrid por las intenciones de varias asociaciones de sacar a pasear una tetera el 21 de abril por la noche por las calles de Madrid. Fíjese que la tetera puede existir o no, o mejor dicho: como está en órbita alrededor del Sol, pero es tan pequeña y está tan lejos que los mejores telescopios no son capaces de divisarla, no se pude demostrar que no exista. Podría decirse que es la tetera que usa el gato de Schrödinger para sus tardes de domingo, aunque esta es una idea herética que tampoco ha podido comprobarse.
Resulta que Madrid es una ciudad tan “abierta, tolerante e integradora“ que pueden ocasionarse “problemas de orden público” si se autoriza la marcha. Leer esas dos frases juntas y en la misma noticia me produce la sensación de haberme encontrado con uno de esos Misterios (la mayúscula parece ser importante) tan apasionantes que manejan ciertas sectas locales.
Créame que le entiendo: unos sacan a una tetera de porcelana china y otros a un moribundo en paños menores. Entiendo que esto no puede ser: hay gente que se siente intimidada por la vajilla cuando está en gallumbos. He oído que Oliver Sacks va a sacar pronto un libro sobre esto. Además, reírse de las ideas de los demás solamente está permitido entre gente civilizada cuando se establecen discursos destinados a avanzar en el modo de pensar, pero de ninguna forma puede concederse esa licencia cuando estamos hablando de seguidores de Cristo, de Alá o del Real Betis Balompié del Gran Poder, faltaría más.
Uno empieza por reírse del infierno y termina mofándose de las chorradas de monseñor, y ahí sí que no podemos llegar. Y que una cosa es la tolerancia y otra muy diferente que cualquiera pueda expresar sus convicciones cuando le venga en gana en igualdad de condiciones con el resto de los ciudadanos; esto solamente lleva al libertinaje, al caos, a perros y gatos cohabitando y a la histeria colectiva. Orden, por favor, orden.
Confío, no obstante, en que esta decisión no se esté tomando partiendo de informaciones sesgadas. Fíjese que hay quien dice que las declaraciones realizadas por un individuo a título personal definen a toda la organización de la procesión, como afirma Hazte Oír en una de sus campañas más recientes a pesar de los desmentidos de la propia asociación. Incluso, si hacemos caso a La Razón, por poner un ejemplo de la fundamental información objetiva de la que todo ciudadano puede sacar provecho, la procesión parte de Tirso de Molina el sábado a las 19:00 bajo la batuta de Leo Bassi, cuando en realidad se han enviado tres propuestas diferentes a Delegación de Gobierno, aún no hay un recorrido oficial y el señor Bassi no tiene nada que ver en todo esto. Pero ya sabe: hay gente que nunca deja que la realidad le estropee una buena pataleta.
Quiero tranquilizar también a su vicealcalde, quien considera esto una “una burla y una mofa de una confesión religiosa”, pero mire: ¿qué culpa tienen los convocantes? Si la gente no quiere que se rían de su religión, lo mínimo que pueden hacer es no tener religiones divertidas. El señor Cobo no debería preocuparse: el cristianismo no se puede ridiculizar más, de la misma manera en la que Madrid no puede endeudarse más. Supongo que me entenderá, pero quiero aclararle que no quiero que considere esto como un desafío.
En fin, señor Gallardón, no quiero quitarle más tiempo. Recuerde: orden confeso.
Atentamente,
El tío Rinze.
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