Foto gentileza Lía Villares
La Habana, 28 de mayo de 2015
Hermano artista y de lucha, Danilo Maldonado (El Sexto):
Recibí con alegría la noticia de que te galardonó por tu disidencia creativa la HUMAN RIGHTS FOUNDATION (HRF) con el importante premio Václav Havel 2015.
En mi emoción concurren tres motivos: primero, que seas un artista cubano; segundo, que mantengas una actitud disidente, tanto en tu obra artística como en tu activismo social, y, tercero, que te encuentres cumpliendo una prisión injusta.
Foto cortesía de Lía Villares
Después de varios intentos por apresarte, en ese instinto tozudo de la dictadura de acallar a quienes nos expresamos con plena libertad, lo hicieron mientras viajabas en un taxi transportando dos cerdos vivos, pintados de verde, y sobre los que habías escrito, en letras rojas, dos nombres demasiado importantes para los represores: Fidel, se leía en el cuerpo de un cerdo, y Raúl, en el otro.
Contigo no pudieron concretar la maniobra que si consiguieron finalmente conmigo, después de varios intentos y cuatro años de cocinar el supuesto delito que me endilgaron por violencia de género. También lo habían intentado contigo porque conocen el rechazo general que produce el abuso de género y porque de esa manera buscan torpedear la solidaridad internacional a favor de quienes pensamos distinto en esta isla. Ese, la opinión pública internacional, es su objetivo principal, pues saben que con los artistas nacionales no tendrán problemas: la mayoría acatará lo que ordene el oficialismo. Finalmente, dos cerdos han sido la excusa para encerrarte.
Supongo el placer que debe disfrutar el dictador por saberte ya tras las rejas. Pero le sucederá como en mi caso: nunca antes fuimos tan libres y nuestra obra creativa más fructífera y profunda.
He sabido también que recientemente, en la entrega del premio que fuera a recoger en tu nombre la artista y disidente Lía Villares, se anunció tu decisión de dedicar el premio a nuestras dignas Damas de Blanco y a mí, gesto que te agradezco con humildad. Tu solidaridad, en momentos en que sufres tanto como yo un encierro injusto, me llena de orgullo doblemente porque, además de dedicármelo, has situado mi nombre al lado de esas dignas mujeres que claman justicia incesantemente, pese a las golpizas y apresamientos que sufren domingo tras domingo, sin que sus fuerzas se apaguen y sus exigencias, por repetidas, pierdan un ápice de humanismo y de justicia.
Al régimen totalitario no le interesa que el mundo compruebe sus injusticias, ni le importa hacer el ridículo ante los organismos internacionales de derechos humanos porque son dictadores, desgraciadamente, y entender su esencia dictatorial e inhumana nos ayuda a podernos explicar y luego proyectar en nuestras obras artísticas todas sus aberraciones.
Sé tu valía humana y tu valentía para enfrentar al ave negra que se ha posado sobre tu vida pretendiendo atropellar tus derechos. Rezo por ti cada día, porque tu corazón no se marchite al vivir en carne propia los abusos y humillaciones a que son sometidos en este país los hombres que sufren cautiverio, y espero que, al contrario, te llenes de esperanza y tu obra se alimente de justicia y humanidad. Que Dios te proteja.
Cuídate mucho y recibe el abrazo fraterno de Ángel Santiesteban-Prats
Ángel Santiesteban-Prats
28 de mayo 2015
Prisión Unidad de Guardafronteras
La Habana