Seguramente es culpa mía, no sé buscar, o no se hacer pedagogía de lo que los federalistas catalanes queríamos para que otros federalistas del resto de España nos apoyarais. Alguna vez creí encontrar alguno, Zapatero me generó esa ilusión, pero luego los hechos terminan dejando las cosas en su lugar.
Seguramente sea culpa mía, que haya confundido los términos, que llamaba federalismo a lo que era confederalismo, que tal vez el federalismo sea lo que simplemente es una descentralización administrativa, con un papel político figurativo, siempre dependiendo de un gobierno central homogeneizador.
Por eso hoy soy independentista y ya he dejado de buscarte. No pasa nada, no es un reproche. El equivocado, seguramente era yo, y los que dicen que las CCAA es lo más mágico que se ha inventado como instituciones descentralizadoras tengan la razón. Pero aún así, sabes, amigo federalista que el modelo de las CCAA está en gran parte agotado en más de un sentido.
Me sorprende, amigo federalista, es que en este momento, cuando hay la amenaza más sólida desde hace 40 años a la estructura del estado español, cuando hay cerca de la mitad de la población de un territorio que activamente militan y participan de un movimiento político que intenta romper España, por considerar el proyecto de las autonomías un proyecto fallido, tú no digas nada, no hagas nada, no te muevas.
No sé en que momento podría, una propuesta de reforma federal, apoyada por un movimiento político con fuerza, tener más importancia y necesidad.
Hay un 20% de catalanes que aún se definen federalistas y parte de los que hoy nos definimos independentistas es debido a que hemos renunciado a buscaros. Tu inacción deja huérfanos a ese 20% de catalanes, y perplejos a los que antes éramos federalistas y hoy optamos por la independencia.
Realmente, no sé a que esperas para hacer una propuesta de reforma federal seria. ¿En que momento de la historia de la democracia española es más necesaria esa reforma que ahora? ¿que esperas? ¿a que el conflicto territorial se enquiste en Catalunya y se extienda al final a otros territorios? ¿a que los independentistas en Catalunya sean el 70% en lugar de la mitad justita de hoy?
Tal vez esperas que vayamos de farol, pero no. O tal vez esperas a que nos estrellemos y con eso no tengas que actuar. Tenemos muy pocas posibilidades de conseguir el objetivo de la independencia, pero estamos por ello y existe una posibilidad no nula de que lo consigamos. Tu inacción ayuda a que sumemos más gente, incrementa nuestras pequeñas posibilidades.
Pero además, en una sociedad como la española cuyas preferencias son hacia la recentralización, ¿en que momento quieres presentar tu propuesta? ¿Cuando crees que te van a escuchar? ¿Cuando supuesta los independentistas nos cansemos y nos retiremos? ¿Entonces crees que sin existir un problema real van a aceptar tu hoja de reformas federales?
Igual que la socialdemocracia aprovechó la amenaza comunista para forzar un pacto de tercera vía con el capital, el federalismo tiene la ocasión (difícil, lo reconozco, las instituciones españolas se van a defender a capa y espada para que no las trastoquen mucho) para llevar su hoja de ruta como una tercera vía aprovechando el “problema de los independentistas”.
Pero no lo hacéis, seguís agazapados, como siempre, igual que cuando os buscaba. Sin responder a vuestros agónicos compañeros del noreste peninsular. Tal vez alguna voz como Iñaki Gabilondo que perplejo también os increpa para que digáis y hagáis algo. Claro, el debate territorial para vosotros no es importante, hoy hay cosas más importantes, ¿pero cuando lo será? ¿cuando querréis afrontar el problema de financiación autonómica que hace a las CCAA, todas, totalmente irresponsables por no poder controlar lo que pueden recaudar y sólo lo que gastan?.
Temo que no existas, que seas una entelequia virtual que habíamos inventado los federalistas catalanes para justificar nuestro relato político, 20, 30 años. Porqué si existes, si realmente existes, estás desaprovechando tus oportunidades. Y tu inacción, lamentablemente tiene consecuencias que van más allá de que tu proyecto fracase políticamente.
Yo ya no os espero, simplemente me parece sorprendente que no quieras entrar como actor político en el momento que puedes adquirir más protagonismo. Si eres un fantasma inexistente, fruto de la imaginación de algunos catalanes ilusos, lo entiendo, pero si eres alguien de carne y hueso… es inexplicable.