Querido niño Dios, esta carta no es para pedirte mis obsequios de navidad, esta carta es para darte las gracias por todas las cosas maravillosas que me has dado a lo largo de mi vida y de estos últimos años, me has dado tantas cosas, incluso aquellas que no había pedido y las cuales me sorprendieron tanto que no tuve palabras para decir gracias, tuve lagrimas en los ojos las cuales se que supiste interpretar. Te doy las gracias por la familia en la que nací, humilde, trabajadora y sencilla, gracias a mi mamá por darme pecho hasta mis tres años y medio, creo que ella es mi ejemplo a seguir para hacer lo mismo o ir más allá con mi hija. Gracias por concederme un maravilloso esposo, amigo, compañero, cómplice, amante, consejero y padre, cuando miro sus ojos siento el profundo amor que existe entre los dos, te doy las gracias por protegerlo en los momentos de adversidad, igual que a mi madre. Te doy las gracias por un nuevo trabajo y un cambio en mi vida, te doy las gracias por los amigos y compañeros y sobretodo te doy gracias por permitirme ser madre, es lo que realmente me hace feliz.
Que sea este un momento para dar las gracias a Dios por todas su bendiciones y pedir que la vida continúe su cauce con nuevas bendiciones, Dios nos guía mientras construimos nuestro propio camino y en este recorrido estamos juntos.
Feliz navidad y un 2012 lleno de bendiciones