Buenas hija, el verano de 2013 ya hace unos meses que nos dejó, al menos el verano vacacional porque la estación propiamente dicha se nos fue hace sólo 3 semanas.
Me he planteado retomar esto del blog enviándote una carta 2.0 a la little Ana del futuro, pues supongo que será cuando llegues a leerlo. También imagino que de "little" tendrás poco aunque para mi seguirás siendo mi little, eso será así por los siglos de los siglos.
Este año estuviste 3 semanas en Galicia con los abuelos, también conocidos como los "Ganaderos de Kobe". Se les llama así por su gran similitud con algunos granjeros de Japón que tienen a sus vacas comiendo de los mejores pastos, les dan mil y un caprichos y les ponen la música que les gusta: las vacas sólo tienen que dedicarse a disfrutar de la vida. Básicamente es lo que han hecho contigo el tiempo que has estado allí.
Luego nos fuimos los 3 a un hotel de Huelva del que aún hoy te sigues acordando. Puedo decirte desde la distancia que el sitio fue un acierto, pero nos ha jodido los desayunos cotidianos para lo que queda de año. Desde que te acostumbraste a desayunar todos los días tortitas con chocolate y azúcar glassé y churros con colacao no hay nada que hacer el resto de días del año. Miras las magdalenas y cereales con un desdén impropio de las chicas de tu edad... no me preocupa porque te sigues alimentando a base de robarme mis tostadas con tomate. No sufras por mí, ya me como yo tus cereales
En la piscina hemos hecho grandes progresos: zambullidos en el agua sola, nadar casi sin ayuda e incluso, más de una vez, sumergir la cabeza al completo. Todo esto en cuanto a mamá... por tu parte has tenido en mayor o menor medida los mismos avances en 3 años que tu madre en 32.
Para finalizar esta misiva quería que supieras que a Huelva fuimos sabiendo que íbamos 3 en el coche, pero que a la vuelta eran 4 los corazones que latían en el interior.
Te quiere, tu papá.