'Carta de una desconocida', Stefan Zweig

Publicado el 15 noviembre 2010 por Carmina


Es una novela corta pero intensa en la que el autor explora el oscuro mundo de los sentimientos , un terreno irracional que en ocasiones logra sorprendernos. Me ha parecido una historia tan preciosa como cruel, por ser un amor no correspondido que lleva a la mujer a perder incluso la dignidad, a poner por encima de si misma, a la persona a la que ama y que profesa un egocentrismo tal que es incapaz de reconocerla a pesar de haber cruzado su camino con ella en infinidad de ocasiones. La historia comienza con la muerte del hijo de una mujer anónima, puesto que así es como ella se siente con respecto a él, un escritor consagrado, de éxito tanto en el trabajo como en las relaciones personales, con miedo al compromiso.

Esta carta tan intensa nos revela la vida de una mujer joven y bella desde el momento en el que conoce al objeto de su amor, nos encontramos ante una niña y las reacciones propias de la adolescencia, le cuenta las sensaciones que tenía cuando se cruzaba con el por la escalera, cuando lo veía por la mirilla de la puerta, su decepción cuando acudía a casa del brazo de una mujer y nunca era la misma. La vida le llevo por unos derroteros que no esperaba y durante un tiempo estuvo ausente y aún así se mantuvo fiel a ese amor que la consumía por dentro, rechazando uno a uno todos los pretendientes, hasta que logró volver a la misma ciudad en la que residía él. El amor le llevo por caminos insospechados, le confiesa no sin rubor que se ha acostado con él en un par de ocasiones, distanciadas en el tiempo, y que lo único que anhelaba es que él diera muestras de que la había reconocido, pero eso no se produjo en ninguna de las ocasiones en que se encontraron. Fruto de aquellos encuentros nació un hijo, el mismo que la mujer ha perdido y que le impulsa a escribir la carta ante la inminencia de su muerte. Hay pasajes de gran dureza cuando cuenta como tuvo sola al pequeño en condiciones infrahumanas. El amor que le tenía a ese ser egocéntrico lo volcó en su hijo, no le tiembla la mano al confesarle que para darle bienestar a lo único que consideraba suyo y que le permitía tenerle a él se había entregado a otros hombres, hombres que habían sucumbido ante su belleza, y que querían darle lo mejor... pero ella siguió manteniéndose fiel a ese amor que sabía que jamás sería correspondido....
Y yo me pregunto, hoy en día eso sería posible? Habría alguna mujer capaz de perseguir con esa persistencia al objeto de sus sueños? Sería capaz de sacrificar su vida de esa manera y entregarla a cambio de desdén?
Más que una carta de amor me parece una carta llena de resentimiento, por más que la mujer lo niegue, debe ser duro ver pasar los días y no encontrar de esa persona ningún signo... ser tan solo un objeto bonito que llama su atención en un momento determinado y es olvidado al poco tiempo y reemplazado por otra belleza. No creo que nadie se merezca un amor así y sin embargo reflexionando sobre el tema, me he dado cuenta de que es comparable al caso de mujeres maltratadas que confiesan amar a pesar de todo al monstruo que tienen al lado y no poder vivir sin él.

Imagino la comezón del escritor, el devaneo de sesos por intentar recordar a la mujer que le escribe sin conseguirlo, porque ella era consciente de su invisibilidad y por eso intentaba romperla con rosas blancas el día de su cumpleaños, durante años las recibió sin preguntarse de donde salían, ni quien las enviaba... quizás ahora empiece a echarlas de menos.

La prosa de Zweig es sencilla, envolvente, te lleva de la mano página a página sin poder apartar los ojos de su historia, es un placer para los sentidos a pesar de ser un autor del s. XIX, quizás por ello encontramos una situación que creo que hoy sería difícil que se diera, y en el caso de darse seguro que sería tachado de obsesión y la mujer sería puesta en tratamiento siquiatrico.
La espera mereció la pena porque se vio recompensada con otra historia, igual de corta e intensa, Leporella, me ha llamado la atención que son historias muy similares, en cuanto a las mujeres que las protagonizan, ambas tienen una entrega incondicional a un hombre, la primera por amor, las segunda por simpatía... Leporella es una campesina tirolesa acostumbrada al trabajo duro, taciturna, callada y muy cerrada en su mundo, completamente asocial. Es arrancada de su mundo para ir a servir a la casa de una aristócrata casada con un hombre más joven que ella. Pronto la aristócrata se da cuenta de que su matrimonio no es más que un error... Leporella se aliara con su amo para burlar a la señora hasta el punto que ella pierde el juicio... se avecinan días de rosas y vino para la tirolesa que estrecha su complicidad con el señor y odia a la señora hasta el punto de hacerle la vida imposible a su vuelta.... La situación da un giro inesperado y esta complicidad se torna en una relación distante por el miedo que el señor le profesa a la criada. Las similitudes entre las dos mujeres esta también en su final... Son historias dispares con protagonistas femeninas. Me ha sorprendido que siendo hombre Zweig sepa retratar tan bien la naturaleza de la mujer, sus sentimientos.

Seguro que repito con el autor, me he dado cuenta de que en la biblioteca hay por lo menos una novela más, así que poco a poco me sumergiré en su literatura, es difícil que me defraude puesto que la prosa es impecable y sin ningún artificio que estorbe en la lectura.