Publicado por la RepúblicaMirko Lauer Estimado Mirko:Estoy en La Haya cumpliendo un encargo del Gobierno para atender la fase oral de la controversia entre Nicaragua y Colombia sobre delimitación marítima. No es exactamente el mismo caso que tiene el Perú con Chile, y los procedimientos sí son los mismos.La Corte es una vieja institución cuyo origen hay que situarlo al fin de la Primera Guerra Mundial. Ha sobrevivido a la II Guerra Mundial y de unos años a esta parte su prestigio ha crecido tanto o más como la carga judicial que deben despachar quince jueces elegidos a título personal en reconocimiento a sus calidades profesionales y representando los más importantes sistemas jurídicos del mundo.Pero La Haya no solo es la Corte Internacional, empieza a ser un centro internacional que aspira a competir con Ginebra y Viena, las otras dos capitales europeas del sistema de las Naciones Unidas. Así, ya se instaló la Corte Penal Internacional, que acaba de sentenciar al dictador Taylor de Sierra Leona por genocida y opera también el Organismo para la prohibición de armas químicas, entre otros.Podría imaginarse uno que en esta apacible ciudad las turbulencias europeas se quedan en la puerta. Craso error. Aquí también debió renunciar el gobierno porque necesitan un ajuste de unos US$18 mil millones para volver a la disciplina del euro (no más de 3% de déficit fiscal).Y aquí, como en el resto de Europa, se sigue de cerca las elecciones francesas que, al escribir estas líneas, parece que las tiene ganadas François Hollande. Castigo al estilo arrogante y provocador de Sarkozy, pero sobre todo al 10% de desempleo y un muy discutido desempeño en la gestión gubernamental (habría que preguntarse si a los franceses les gustaba ver a su Presidente, acompañando a la señora Merkel en su prédica tan ortodoxa).Tampoco las desventuras españolas y de Rajoy se quedan por fuera de la vida aún tranquila de esta ciudad. Es imposible ignorar que a un socio los esfuerzos asumidos con tanto costo no le reditúen reconocimientos de los mercados y de las agencias calificadoras. Más aún cuando con evidente mal gusto Sarkozy hizo de España un ejemplo grotesco de lo mal que le podría ir a Francia.Pero no todo queda en las elecciones francesas o en España. Cameron en Gran Bretaña pierde las elecciones municipales y con ello su liderazgo se debilita en favor de nuevas figuras del mismo partido conservador.Hay buenas noticias, sin embargo. Italia dejó las primeras planas. El señor Monti está haciendo lo debido, con el apoyo de los partidos políticos que, claro está, no aparecen en la fotografía. Y por primera vez en Grecia se detiene a un ex ministro de Defensa por haberse enriquecido ilícitamente con la compra de submarinos. Al parecer, esta última noticia es una novedad en la historia política de la Grecia post militares.Digamos pues que Europa sigue siendo interesante, que la recesión en España, Gran Bretaña y otros países está abriendo paso a un debate más rico y estimulante sobre cómo equilibrar cuentas fiscales y crecer al mismo tiempo.En diciembre, que debo volver por aquí, te cuento cómo terminó el debate. Cordial saludo,José García Belaúnde