Hola bichito,
Hace tiempo que no te escribo, pero si te soy sincera, ya no pienso tanto en ti, y ahora te diré por qué.
De la primera visita a la clínica de infertilidad, salimos un poco en shock. Alguien nos dijo, por fin, cual podría ser el motivo por el que no llegabas. Terminé de asumir, que no llegarías de forma casual, y que la ciencia tendría que poner de su parte.
Aunque me di prisa por hacerme las pruebas pertinentes y visitar al endocrino para reducir mi tiroides, no he llegado a tiempo para empezar la FIV este ciclo, pues mi regla se adelantó.
No voy a engañarte, últimamente estoy triste, rara, agria. Todo esto es muy grande para mí, y jamás pensé que me tendría que enfrentar a un diagnóstico tan abrumador. Si ya no pienso tanto en ti es porque sé que no llegarás hasta que no empiece con el tratamiento. Me pincharé en la barriga cada día, me someteré a una punción ovárica y recibiré los embriones que determine con los biólogos.
Quizás seáis dos bichitos, o quizás uno. Siempre huí de la idea de tener dos hijos a la vez, pero visto cuál es mi problema, a lo mejor es la opción más acertada. El tiempo es mi enemigo, bichito, pero sea como sea, conseguiré que llegues hasta mí.
Hasta entonces,
Os te quiere vuestra tu mamá.