Cartas de un bohemio con su pipa a su querida Felisa

Publicado el 19 marzo 2020 por Laesfera
El término lo tenía desgastado de usarlo con banalidad festiva.” Huida precautoria.”
Lo diferente en esta ocasión, es que por vez primera trataba de analizar todos los logaritmos; sopesar con frialdad científica hechos y consecuencias.
El viaje, no deserción , había sido programado para huir de ella, para escapar de su recuerdo.
Me sobró el logaritmo neperiano con base en la palabra amor ; me bastó su mirada,una mirada en la que caben todas las demás existentes.
Me sobrepasó la ecuación nunca dilucidada entre la opción del músculo rey de los sentimientos el corazón; y el vulgar escribiente razonador de los mismos el cerebro.
Cual nuevo Hamlet me debatía en la duda , la situación me sobrepasaba hasta el límite.
Nuevamente desenredaba el hilo de Ariadna con meticulosidad de hilandera del medievo.
Para distender mi galerna mental intente combinar métodos diversos desde la infantil cantinela “ Pito pito,gorgorito; donde vas tu tan bonito “ a la predestinación literaria de" Álvaro y la fuerza del sino” para desembocar en la duda existencial de Hamlet, ser o no ser.
La duda travieso huésped habitual del pensamiento.
O la certeza no admitida de forma consciente de lo que significaba para mi Thais,de la electricidad que provocaba en mí su presencia, del vacío total que me inundaba en cada adiós o en cada hasta mañana.
Era mi oportunidad de redención,con todos los miedos y obligaciones a los que me llevaba.

Texto: Rafael Calvo