Tiempos distintos, quizás en los que deberíamos de contextualizar semejante técnicas publicitarias en su entorno social. Es evidente que hoy en día todos ellos serían motivo de escándalo, pero incluso con todo lo aprendido y con nuestra pretendida condición de tolerancia universal, no es extraño que, de vez en cuando, se nos cuele algún anuncio inapropiado o polémico. Eso si, con alta definición y con procedimientos de impresión de última hora. Para terminar este pequeño desfile por el pasado, cuatro píldoras publicitarias más. Una jabón* siniestro que parece provocar terribles accidentes a los niños pequeños, una gomina que te hace un hombre de éxito como Mario Conde pero sin cárcel y una comparativa de relojes, mujeres y cristales que no merece más comentario.
ó
*Posdata: Para dar fe de mi conocimiento del inglés, decir que por un momento había confundido la palabra "soap" con "sopa", y me había imaginado a ese pequeño niño huyendo de un tazón de sopa especialmente cocinado para caníbales. Un error estúpido que aún hacía que el cartel fuera más siniestro.