Por el contrario, critican a la defensa como si jugaran cinco tipos solos, dicen que Caruzzo nunca debió llegar a Boca porque no tiene el nivel para jugar en un equipo de la envergadura bostera. Algunos hinchas de Boca, acostumbrados a ver jugadores parecidos a ellos, dicen que Caruzzo parece más blandito, como si el aspecto defensivo de los equipos se juzgara con el criterio mediante el que se juzgan los sánguches de miga. Otros dicen que es Tibio, y le dan un sorbo cortito al té.
Ahora que se abolió el Schiavismo en Boca, pareciera ser un buen momento para darle la oportunidad a Caruzzo de afianzarse en el puesto de primer marcador central, sin embargo, excepto por el finadito Borghi, pasaron los técnicos y ninguno confió en él, probablemente con argumentos elocuentes para no darle la titularidad pero no tanto como para dejarlo afuera del plantel.
Caruzzo, proveniente de un equipo humilde, está más acostumbrado a jugar retrasado y con mucha gente a su alrededor, así también le tocó jugar en el equipo del César cuya estrategia consistía en que el resto del equipo respaldara a los cinco marcadores. Le va a costar un tiempo adaptarse a jugar más expuesto en un equipo grande, adaptarse a sus compañeros nuevos, y nadie tendrá la paciencia que se les ha tenido a otros.
Me gustaría mostrarles algunas cosas de Caruzzo, son imágenes del partido que Unión aplastó a Boca en la bombonera no hace una semana. No es el partido completo, son apenas ejemplos de lo que hizo Caruzzo quien terminó un excelente partido.
No existe un defensor que no perdiera nunca, especialmente porque siempre tendrá ventaja quien llevara la pelota, de manera que juzgar a un defensor por las veces que pierde o que gana en la marca es un al menos un juicio incompleto. Veamos la responsabilidad de Caruzzo en los goles de Unión.
Ahora podemos ver algunos de sus movimientos en la defensa cuando el equipo tiene la pelota. Observemos la ubicación y si se desentiende del juego o si es un apoyo constante. También veamos si marca en ataque. Marcar en ataque no es quitar la pelota y permanecer toda la tarde en la puerta de la casa de Van Basten. Cuando se quita la pelota, el defensor debe además de salir del área y adelantarse tanto como fuese necesario para alejar a los delanteros, esperar siempre, aunque no fuese necesario, ser un receptor más para apoyar la salida del equipo. Cuando la pelota pasó la mitad de la cancha y el equipo la hace circular, el defensor ya tiene que al menos tener en cuenta la distancia en la que está ubicado el delantero rival. Algunos prefieren estar muy cerca del delantero, y otros prefieren no darle referencia al atacante para poder anticiparlo.
Así se desmarca en las pelotas quietas dentro del área rival.
Pa' terminar, quiero mostrar una virtud de Caruzzo que no recuerdo si ya traía de Argentinos Juniors, pero que sí le he visto en las pocas veces que jugara en el equipo del César.
No solamente se trata de un jugador que marca, además, defiende, ya que sus rechazos tienen generalmente dirección, de manera que funcionan al mismo tiempo como rechazo y como pase. Esta característica lo evidencia como un defensor y no como un simple marcador cuya única intención es robar la pelota para luego no tener la mínima idea de qué hacer con ella.
Así como todo defensor necesita del resto del equipo para lograr una actuación aceptable, los errores que cometen generalmente son la consecuencia de errores que se van cometiendo a lo largo de la cancha. A veces, el defensor se equivoca como todo el mundo simplemente por desconcentración, por incapacidad, o por no estar en condiciones de jugar. Lo importante es saber cuál es su característica para saber qué esperar de él, y Caruzzo, generalmente, cumple las expectativas.
No creo que Caruzzo fuese a quedar en la historia del fútbol argentino, pero sí creo que se podría ser más justo en los comentarios que se exponen acerca de su capacidad. Además, no es una época en la que abundaran los Squeos en el fútbol argentino, de modo que habría que ver cuántos mejores que Caruzzo hay disponibles para Boca.