La pregunta no es por qué leer a Svetlana Alexievich. Esa pregunta no debería formulársela nadie, jamás. La pregunta es por qué hemos tardado tanto en conocer a esta maravillosa escritora que se acerca con la minuciosidad de una orfebre a las historias que formaron La Historia. A Svetlana Alexievich se la lee con un nudo en la garganta y en el estómago y en los puños. El desfile de voces que conforman sus libros, sin dar más importancia a un coronel o a una anciana pegada a su tierra radioactiva, hacen de sus libros documentos históricos únicos no sólo por contar una perspectiva que nadie ha contado, sino por su feroz belleza.
Una más que atractiva propuesta, sin duda. Si os interesa, podéis pasaros por la web de Casa del Lector en donde encontraréis toda la información sobre fechas, horarios, programa y demás.