Casa Juanito y El Paraiso del Plástico se mudan a causa de la ruina del edificio.

Por Vallisoletvm @vallisoletvm

La ruina del inmueble sito en la esquina de las calles Teresa Gil y Regalado ha provocado que dos de los negocios con más solera de nuestra ciudad tengan que mudarse de lugar. El Paraiso del Plástico y Casa Juanito, que ocupan los bajos del citado edificio pasarán a la historia tal y como los hemos conocido durante los últimos decenios. Repasemos la historia de estos históricos locales:

El paraíso del plásticoTodo lo que se te ocurra que esté compuesto de plástico, lo venden aquí. El negocio está a puntito de cumplir cien años, aunque claro, lo del plástico todavía tardaría un poco en llegar. Por aquel entonces, en 1915, la tienda se llamaba Droguería A. Frechilla. La A. correspondía a Abraham, el abuelo de José, actual propietario del negocio, y el establecimiento estaba en el número 13 de Cánovas del Castillo. Fue en los años 30 del siglo pasado cuando Abraham se trasladó al local actual, bajo el rótulo de Droguería Madrileña, ocupando lo que hasta ese momento había sido la sombrerería de la vecina Casa Juanito. 


Lo del cambio de nombre llegaría a principios del decenio de 1950, cuando el plástico comenzó a convertirse en material habitual de numerosos productos. «Mi padre (Miguel Frechilla, el reconocido pianista) comenzó a vender algunos de ellos, como cepillos, pulverizadores para la colonia y algún juguete por Navidad», recuerda José. La apuesta por los productos de plástico se convertiría en la seña de identidad de la casa, que todavía conserva los mostradores originales. Y sobre ellos, numerosos juguetes «para que los niños los vieran mientras la madre compraba el barreño», rememora José. El próximo 2 de noviembre abrirá sus puertas a unos pasos, en el número 1 de la calle San Felipe. (Fuente: El Norte de Castilla)

El estado ruinoso del inmueble obligó a cubrir la fachada


Casa Juanito

Juan García Alcubilla inauguró en 1895 una mercería que durante varias generaciones surtiría a muchos vallisoletanos, servicio que continúa en nuestros días. Era un amplio comercio en el que a la tradicional venta de hilos, cintas, agujas, etc se unía la venta de peletería, sombreros de señora y niño, encajes, tulas, terciopelos, así como una amplia sección de peletería, que la convirtieron en uno de los establecimientos más frecuentados por las vallisoletanas.

En 1985, la asociación formada por Miguel Sánchez y Leopoldo Adiego, adquirieron de los hermanos Juan y Fernando García, conocidos como "Los Juanitos", la mercería que fundara su padre, renovando el mobiliario y existencias, al tiempo que dedican trato preferencial, junto a los actuales objetos de mercería y complementos, a cuanto se relaciona con la Semana Santa, hábitos, capirotes, banderas, bordados, etc., que junto a las flores de su "Floristería Rebeca", adornan los "pasos" y locales donde tienen lugar los actos de celebración de la histórica semana. (Fuente: Aquellos entrañables comercios de Valladolid, tomo IV)