El sábado por la noche ya no podía ni con mi alma: comida, shopping y fiestón pasa factura! Si ya os decía yo, que estoy mayor... Pero le había prometido a un muy buen amigo que le llevaría a cenar, y quería darle una sorpresa, así que hice una reserva en un sitio que sabia que le sorprendería: Casa Rufo.
A las 21h30, dando un paseo llegamos a Hurtado de Amézaga, y le digo:-"Entra, que es aquí"-"Si hombre! si esto es una tienda de ultramarinos!"-"Que no, hazme caso, que cenamos aquí!"-"Tú estas loca, entra tú primero!"
Pues nada, chico, ya entro yo primero, que sino, me veo cenando en la calle! Y es que lo primero que sorprende de este restaurante es su ubicación: la trastienda de un ultramarinos tradicional. Vamos, el sitio perfecto para una cena íntima, para llevar a un amigo y sorprenderle, o incluso para planear un robo fuera de miradas indiscretas.
Lo mejor de Casa Rufo es sin duda el chuletón, así que basamos el menú en la preciada carne, y para empezar una ensalada de ventresca, anchoas y cebolleta, y foie de la casa. Mi querido acompañante estaba encantado con la cena, y sobre todo con la tranquilidad del lugar: si yo me retiré de la fiesta de la que os hablé en este post, a tiempo, mi querido amigo siguió hasta el amanecer con su posterior dolor de cabeza! El postre, tuvimos que compartirlo, ya que nos era imposible terminarlo, y menos mal, viendo que la tarta de queso era una ración más que abundante.
Además de una noche de lo más agradable, fue complicado hacer las fotos, esto de llevar el anonimato del blog me está costando alguna que otra bronca de mis amigos: -"¿¿pero quieres dejar la cámara y hacerme caso??"
Aún así lo conseguí!
NOTA: hoy día 27 he recibido un SMS de nuestro querido hombre-veleta S "Hola guapa, q hacs hoy?T invito a comer!mua" y ahora estoy "voy? no voy? voy?? A ver si me decido y el lunes os cuento...
CASA RUFOC/Hurtado de Amézaga, 5. Bilbao
Sin duda, uno de los sitios más tradicionales de Bilbao, y donde todos deberíamos ir a cenar, al menos una vez! El chuletón increíble, la ensalada, perfecta, y el foie...el foie, tenéis que probarlo! Además, el servicio, de lo más atento, discreto y sin presión de ningún tipo. Una cena a la carta por menos de 50€ cada uno, y por la que mereció pagar, dejar propina, y recomendarlo para volver.