Casa StevieWonderland en El Yaque

Por Viajaelmundo @viajaelmundo

Llegué a la Casa StevieWonderland en El Yaque, Isla de Margarita, por una recomendación, pero también por curiosidad. Cruzar su puerta llena de flores, es pasar al silencio, a la tranquilidad. Estás en el pueblo de El Yaque, en una calle improvisada de tierra, y sabes que has llegado a tu destino porque hay una tabla de surf, de color naranja, a un lado del camino que así te lo indica; además de un portón que grita que es justo ahí donde te quieres quedar.

Este es un paraíso, convertido en posada y en la que toda preocupación queda afuera, ahí en la calle de tierra. StevieWonderland, así de curioso y gracioso es el nombre de esta casa de siete habitaciones que, con mucho esmero, ofrece a los viajeros una opción agradable y lujosa para hospedarse. Sus dueños -Stefan y Adriana- se quedaron prendados de El Yaque y tienen esta casa desde el 2008. La cuidan como nadie. A él, que le da igual si lo llamas Stevie o Stefan, le emociona contar lo mucho que le gusta la Isla de Margarita, lo generoso que es el pueblo de El Yaque y me repite lo que ya otros me han dicho: que El Yaque es otro mundo (eso lo cuento AQUÍ).

Las habitaciones (Amour, Art, Memory, Oriental, Española, Caribe y Bavaria) están llenas de detallitos que hacen la estancia más agradable. Tienen, además, aire acondicionado, ventilador, agua caliente, televisor, dvd, nevera y baño privado. A mí me tocó la Memory, cómoda y espaciosa. Al abrir la puerta de la habitación cada mañana, te atrapa el verde de las palmeras y el azul del cielo colado por ahí. A lo lejos, muy lejos, se escucha un gallo y de resto, la brisa y el silencio cubren todo el lugar.

La cocina es amplia y nada más al entrar, ya provoca tomar café. Una nevera está llena de bebidas y al lado han colocado una tablita en la que debes anotar tus consumos para pagarlos después. Puedes servirte las veces que quieras, puedes andar por ahí a tu antojo: por la piscina que es un alivio al calor, por su jardín hermoso y bien cuidado, o curiosear detrás de un peñero que hace que todo se vea más bonito. Te tropiezas con Blanca, una poodle tranquila o con la sonrisa amable de quienes allí trabajan y que no dudan en aconsejarte que hagas esto o aquello; que están pendientes de cada paso.

El hospedaje también incluye el desayuno: arepitas, huevos al gusto de cada quien, jugos de varios sabores, panquecas, caraotas, aguacate, quesos, cereales. Puedes comer en la cocina, o en un comedor cerquita de la piscina. Lo importante es sentirse como en casa.

Cuando vuelva a El Yaque, volveré a StevieWonderland. Y si ustedes quieren ir, pueden ver más detalles AQUÍ.

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