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Casa Vicens, una joya gaudiniana aun medio oculta en Gràcia

Publicado el 05 octubre 2018 por Barcelonacityblog @bcn_city_hotels

Paseando por el siempre bohemio y animado barrio de Gràcia, muy cerca de la parada de metro de Fontana, encontramos una pequeña y estrecha calle con un curioso nombre, Carrer Carolines, con un origen más curioso aun...

No obstante, no será su nombre lo que nos lleve a escribir sobre ella... Al fondo de la calle, un curioso y colorido edificio llama la atención de cualquiera. Bastará mirarlo pocos segundos para ver que en él hay la imprenta inconfundible de Antoni Gaudí...

Estamos hablando de la Casa Vicens, también conocida como Casa Carolines. Se trata de una joya gaudiniana de especial valor, ya que fue el primer proyecto importante de Gaudí, que ha pasado muchos años cerrado. Por suerte, en 2014 se anunció el inicio de su puesta apunto y reapertura, y fue en Octubre del año pasado cuando por fin abrió sus puertas al público.

Si lo pensamos bien, tiene algo de paradójico... la primera obra de Gaudí ha sido la última de la que ha podido disfrutar el público.

Casa Vicens era una residencia familiar. Perteneció durante varios años a la familia de Manel Vicens, un supuesto agente de bolsa -se barajan otras opciones entre su verdadera ocupación...- que hizo construir el edificio para pasar en él el verano en el barrio de Gràcia, por aquel entonces aun no anexado a Barcelona. Poco tiempo después de la muerte de Manuel Vicens, su vídua vendió el increíble edificio y, a partir de aquí, la Casa Carolines cambió varias veces de manos...

Como también sería habitual en las obras posteriores del genial Gaudí, la naturaleza en la decoración del edificio es la inspiración de esta obra. No obstante, encontramos ciertos elementos decorativos en la Casa Vicens que solo podremos apreciar en los trabajos de Gaudí en su primera etapa, la influencia orientalista y el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino, que también quedaron plasmados en algunas de sus primeras obras los Pabellones Güell, las Bodegas Güell o El Capricho de Comillas.

Casa Vicens, una joya gaudiniana aun medio oculta en Gràcia

La visita por la casa, que puede realizarse por libre o guiada, empieza con una muy breve introducción de una guía en los jardines de la casa. Tras ello, y ya por libre si se elige esta opción, la ruta consta de un agradable recorrido por dos plantas -la planta noble, donde se vivía durante el día; y la planta primera, más íntima- con todas sus estancias y una tercera -que en realidad sería la segunda planta- con la exposición permanente de Casa Vicens, cuyos contenidos permiten ofrecer al visitante una visión global de todo aquello incluido en el recorrido.

La experiencia debe completarse, como no podía ser de otra forma, con un paseo por la cubierta, que en realidad Gaudí diseñó como un espacio de paseo más en la casa. Llaman especialmente la atención las chimeneas, sus tejas árabes, así como sus vistas, por supuesto, aunque el crecimiento de la ciudad no nos permite disfrutar como nos gustaría de ellas.

Casa Vicens, una joya gaudiniana aun medio oculta en Gràcia

Vale la pena disfrutar de la visita de abajo arriba y de arriba a bajo (o viceversa); es decir, repetir el recorrido porque estamos seguros que en la primera visita se nos pierden detalles.

Aunque la Casa Vicens es una obra bastante diferente al resto de obras de Gaudí en la ciudad -posiblemente por el hecho de que estaba pensada para ser una casa de veraneo-, es obvio que la esencia del genio del Modernismo vive en ella, en cada rincón.

Y tú, ¿ya conoces la Casa Vicens? Empieza a planear su visita hoy mismo.

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