Los españoles pensaron hace casi una década, después del drama de Zapatero, que la lamentable debilidad acomplejada de la derecha se conjuraba con una victoria clamorosa, pero lo que ocurrió es que Rajoy no supo administrar aquella gran victoria, que le dio poder suficiente para transformar España, y 20N 2011, y cerró en falso la herida, logrando que se infectara el tejido..., una enfermedad muy grave que quedó enmascarada por la victoria electoral y el posterior gobierno.
Casado: ten cuidado con las malas compañías. Aznar es una de ellas porque es uno de los artífices del actual desastre español, pues fue él quien eligió a los dos grandes fracasos de la política española: Rajoy, al que designó como sucesor, y Rodrigo Rato, hoy en la cárcel por chorizo.
Ante la incapacidad del PP para borrar el zapterismo y cambiar aquella España parcheada y poco democrática, la ziquierda en lugar de desanimarse con su derrota empezó a conspirar para regresar al poder, aprovechando los enormes huecos y espacios que dejaba libres el inepto Mariano Rajoy.
La resurrección de aquella izquierda aplastada en las urnas ha llegado con la conspiración de Pedro Sánchez, un asalto al poder irregular y sin votos populares, escasamente legítimo pero legal, que ha tenido que forjarse reuniendo a las peores y más antidemocráticas y antiespañolas fuerzas pol´tiicas del país, capitaneadas por un PSOE que, con Pedro Sánchez se ha desprendido de los escrúpulos, del patriotismo, del respeto a la democracia y de la solvencia ética.
¿Cómo puede Pablo Casado salir del atolladero y lograr que la maltrecha derecha heredada de Rajoy recupere su hegemonía?
Lamentablemente no hay otro camino que el de un Pablo Casado que se dirija a sus viejos votantes y a España entera, con valor y firmeza, reconociendo que el PP, pilotado por Rajoy, fue traidor a sus deberes y principios y que lo que el partido toleró e hizo fue vergonzoso, cruel y estúpido.
La vieja derecha española necesita hoy, además de una profunda regeneración que le proporcione dignidad, limpieza, valor ético y democracia, una profundo y público acto de contrición que parta del reconocimiento de que Rajoy fue un pobre diablo que ha dejado al país en manos de la peor chusma antiespañola y que desde ese punto de partida siente las bases para la regeneración y un abrazo profundo a la democracia.
Si Casado no hace eso, la derecha se dividirá en tres grandes familias: el PP, Ciudadanos y VOX, con el riesgo de que la actual coalición de los miserables continúe en el poder por muchos años, destrozando lo que nos queda de nación.
Francisco Rubiales