¿Cómo redunda el matrimonio en el aumento de la esperanza de vida? La investigación realizada por Lee Lillard ha intentado dar respuesta a este fenómeno. La primera razón es el matrimonio trae consigo una dinámica de apoyo emocional entre los cónyuges. El apoyo emocional de nuestra pareja nos reporta beneficios biológicos (disminuye nuestro pulso cardíaco en presencia de nuestra pareja y fortalece nuestro sistema inmunológico) y psicológicos (ayuda a prevenir la depresión, nos sirve como depósito de información y como fuente de asesoramiento). A estos beneficios del matrimonio hay que añadir el aspecto económico: es más barato vivir juntos que separados. Más barato aún lo sería vivir juntos en la viviendo de los padres de alguno de los cónyuges aunque este beneficios económico podría provocar la pérdida de los beneficios psicológicos aunque todo es cuestión de intentarlo.
El matrimonio aumenta especialmente la esperanza de vida en el caso de los hombres. ¿Qué puede contribuir a que el matrimonio mejore la salud del casado? El hecho más significativo está en que con el matrimonio se produce un cambio de hábitos. El hombre se ve impelido a cambiar los que hasta entonces eran sus hábitos de soltero y comenzar a asumir un conjunto de responsabilidades que le sitúan en la categoría de adulto. Con el “Sí quiero” los hombres dejan de dedicar tiempo a actividades que implican un riesgo para su salud: abandonan o reducen de manera notable sus patrones de consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, sus pautas alimenticias se vuelven más ordenadas, dedican menos tiempo a actividades de riesgo, conducen más despacio… Este cambio de hábitos contribuyen a que su salud mejore y su vida se alargue. Con el matrimonio el hombre descubre que aparecen nuevas formas de control y presión social que pone en práctica su esposa de cara a que éste modifique su conducta de cara a que el matrimonio perviva y, con ello, ambos cónyuges dispongan de más tiempo para disfrutar de su proyecto de vida en común.
Habitualmente, el hecho de enviudar supone una reducción y una pérdida significativa del universo social en el que nos movíamos lo cual redunda en la puesta en práctica de conductas tendentes al aislamiento.El matrimonio nos hace vivir más años y con una mejor calidad de vida. Pero para que esto sea posible debe estar sustentado en unos vínculos sólidos y bien cimentados pero que sigan siendo flexibles. Basar el matrimonio en la rigidez de sus patrones de sus conexiones harán que sean como el cristal que, debido a la cercanía de los átomos de los que se compone, se muestra sólido y rígido pero que ante una perturbación que le exige flexibildad sólo encuentra una solución: romperse.
FUENTES CONSULTADASNICHOLAS CHRISTAKIS Y JAMES FOWLER “Conectados” Taurus. 2010
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