El uso obligatorio del casco como medida legal recogida por Tráfico está generando una de las principales controversias que frenan la aprobación consensuada del nuevo Reglamento General de Circulación. Y es que a nivel nacional ha habido un levantamiento desde asociaciones, partidos políticos y diversas entidades que abogan de manera manifiesta con que el casco en el uso de la bicicleta no sea obligatorio, a pesar de que el 20% de los accidentes en bicicleta provocan ciclistas muertos y heridos, en ciudad y en carretera, lo fueran por una lesión craneal. Alegaciones relacionadas con la comodidad o la estética son las que están presentando las diferentes asociaciones para echar atrás la obligatoriedad del casco.
Hay estudios que demuestran (de manera clara) la tremenda utilidad del casco para reducir la probabilidad de lesión craneal y además nos encontramos de bruces con una realidad que nos dice que en 2011 hubo 285 ciclistas que resultaron heridos graves en ciudad, la cifra más alta desde 1997, con lesiones de tipo cerebral. Y en 2012 las cifras de siniestralidad no fueron mejores: 5.600 lesionados cerebrales y más de 200 lesionados medulares. El punto divergente principal es el hecho de la obligatoriedad en el uso del caso, no el uso en sí, y desde las diferentes asociaciones se aboga porque sea un uso voluntario como en el resto de Europa, dando a entender que, en este momento de auge de la bicicleta, el hecho de que se pueda ver a la bicicleta como un tipo de vehículo peligroso repercutirá negativamente en este repunte que está teniendo a nivel nacional, y es que se percibe que la normalidad en el uso la bicicleta se verá afectada por la imposición del casco.
Además esta nueva normativa, de implantarse, repercutirá directamente en el aumento del uso de la bicicleta que se está danto, poniendo de ejemplo desde las diferentes asociaciones el caso de Nueva Zelanda, donde se demostró que el uso de la bicicleta cayó en un 30% tras la imposición del casco. Y tú, ¿estás a favor o en contra?