Alguien apostó por este silencioen la intemperie del abismo.
Inmensidades, clausuras, vocablos azorados por las ráfagasamenazadoras.
Alguno insertó para la eternidadeste enfado,
este expresivo escozor
que ruge en la protestade los inconformes.
Desfilan los proyectiles ataviados de excusas banalespara el miedo de la época.
Frívolos versos los del poeta de moda,y ardientes los del poeta ético.
Por el polvo de un viejo gritose destrozan las horas sin rostros.
Pichy