Número de páginas: 2013
Sinopsis: Una refrescante lectura de la mano de uno de los nuevos talentos literarios.
Francis tiene diecisiete años y pocas perspectivas de futuro. Vive en un parque de caravanas en Nueva Jersey, su madre está ingresada en el hospital y nunca ha sabido quién es su padre. Pero cuando descubre por casualidad que fue engendrado en un experimento científico y que su padre biológico es un genio, su vida da un vuelco y decide atravesar Estados Unidos en su búsqueda. En compañía de su mejor amigo, Grover, y de Anne-May, la chica de quien se ha enamorado, emprenderá un accidentado viaje durante el cual descubrirá más cosas sobre sí mismo de las que jamás esperó saber.
Opinión personal
Me topé con este libro por casualidad, y sin saber siquiera el argumento empecé a leerlo atraída por los colores de su portada y ese subtitulo que prometía aventuras ('El insólito periplo de un joven en busca de su identidad'). Y lo cierto es que me enganchó desde las primeras páginas, y en tan solo unos días había acabado con él.
Francis es un adolescente que vive en un parque de caravanas de Nueva Jersey. Vive con su madre, quién intermitentemente pasa periodos ingresada en el ala psiquiátrica del hospital por depresión. Tiene un hermano pequeño al que apenas ve porque vive con su padrastro, y él ni siquiera sabe quién es su padre. Odia su pueblo y su mayor temor es no poder salir nunca de allí y convertirse en un fracasado como sus vecinos. Durante una de las visitas a su madre al hospital conoce a Anne-May, una chica de su edad que está ingresada por intentar suicidarse, y desde el primer momento siente una fuerte atracción por ella y por saber cómo ha acabado allí.
Un día su madre le desvela parte de información sobre quién es su padre y decide conducir junto a Groover, su mejor amigo, hasta San Francisco, y así poder encontrar algunas respuestas. Es aquí donde empieza un roadtrip que le llevará a cruzar Estados Unidos de costa a costa y que significará para él la oportunidad de conocerse, de reflexionar sobre el futuro, y de aprender de las diferentes situaciones en las que se verán envueltos.
Cuando comencé la lectura no sabía si se trataba de una novela enmarcada dentro del género juvenil o si se trataba de una novela de narrativa normal, pero lo cierto es que me cautivó igualmente. Ahora, tras leerla al completo, siento que es una novela para todos los públicos que además puede ser disfrutada por gente de cualquier edad. Recoge una historia muy amena, con momentos de alegría y también otros muchos de tocar fondo, y la narra con un estilo muy directo y ágil. Es una novela que en ningún momento se me ha hecho lenta ni pesada, al contrario, me sentía una más sentada en ese Chevrolet, cruzando las largas carreteras americanas.
En cuanto a los personajes, reconozco que en algunas ocasiones Francis me desesperaba, pero es que en realidad es un adolescente de diecisiete años que lleva encima responsabilidades y situaciones que ningún chico de esa edad debería cargar. Me ha resultado un personaje muy creíble, con rasgos bien definidos y capítulo a capítulo he ido estrechando lazos con él. Por el contrario Anne-Mey ha sido un personaje por el que he sentido rechazo desde el principio, y es algo que no ha cambiado en toda la lectura. Y Groover, es el típico freak de instituto al que es imposible no tomarle cariño.
Es una lectura que he disfrutado mucho, que me ha hecho sentir parte de la historia y sufrir y reír con ellos. Y, (para quién haya leído la novela seguro que me entiende), tiene un final que me ha dejado con la boca abierta, ya que las últimas páginas me tenían con el corazón en un puño, y ansiaba el desenlace como pocas veces lo he esperado. Así pues, es una lectura ágil y fresca que recomiendo a todo el mundo, seguro que disfrutaréis este viaje en coche.