Marta Fernández, especialista de la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), precisó a Prensa Latina que la afluencia de personas de las más diversas procedencias, edades y profesiones comenzó desde esa misma tarde de domingo, en medio del dolor por la pérdida del líder histórico de la Revolución cubana.
Apuntó que de esa cifra, un monto superior a los 300 mil corresponde a habitantes de otras provincias del archipiélago que tras largos viajes desde el occidente y centro acceden a ese sitio sagrado a expresar el cariño, la admiración y el respeto por el Comandante en Jefe, fallecido el 25 de noviembre del 2016.
Un total aproximado a los 100 mil, indicó Fernández, se relaciona con visitantes de otras latitudes, incluidos turistas, que con el mismo interés llegan hasta el modesto túmulo, muy cercano al Mausoleo al Héroe Nacional, José Martí.
Se refirió la historiadora a lo efímeras que resultan esas estadísticas, toda vez que continuamente acuden hombres, mujeres y niños a ese lugar convertido ya en espacio de culto para la sociedad cubana.
La necrópolis, Monumento Nacional, es considerada como un museo a cielo abierto por los significativos valores históricos, patrimoniales y culturales que atesora en sus poco más de nueve hectáreas, atendidas con desvelo y sistematicidad por el equipo de la OCC y los demás trabajadores.
Al cumplirse el 13 de agosto los 91 años del nacimiento de Fidel y en medio de las jornadas veraniegas, los ámbitos del cementerio fueron epicentro del homenaje, expresado en buena medida por las flores frescas y multicolores que acompañan el nicho.
Al iniciarse este lunes el nuevo curso escolar en Cuba, es omnipresente el legado del artífice de su revolucionario sistema de enseñanza, absolutamente gratuito y devenido paradigma para diversas naciones en el mundo.
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