Todo el mundo está poniendo atención a lo que Samsung, Sony y Apple están preparando para el futuro de una de las más anticipadas formas de tecnología vestible de este año, los relojes inteligentes. Sin embargo, pareciera que nos olvidamos de aquellos fabricantes que han estado con nosotros durante decenas de años antes que los antes mencionados siquiera se plantearan crear estos productos.
Ahí es donde Casio está ahora mismo, y su CEO -- Kazuo Kashio -- salió a poner claridad respecto de sus planes para el futuro cercano ante el arribo de fuerte competencia en este segmento. "De pronto todo el mundo descubrió la muñeca (...) Hemos sabido por un largo tiempo que es un lugar importantísimo. Estamos preparados", señaló en declaraciones al New York Times consultado por la explosión de relojes inteligentes que dentro de algunas semanas veremos llegar de prácticamente todos los actores más importantes de la industria.
Existe certeza de la llegada de al menos un nuevo reloj inteligente creado por Samsung -- el Galaxy Gear -- durante el lanzamiento que realizará el día 4 de Septiembre en el marco de IFA 2013. Recientemente Google compró WIMM, empresa que fabrica relojes inteligentes, lo que da más pistas respecto de la llegada de otro equipo de estas características durante 2014.
Se dice que Apple también está trabajando en un reloj y que podría ser lanzando a fines de 2013 o comienzos de 2014. Todo esto mientras Sony ya comercializa la tercera generación de su smartwatch y otros fabricantes como I'm Watch y Pebble consiguen notoriedad pero han fallado en atraer públicos masivos.
¿Qué podría hacer Casio para mantener su supremacía en las muñecas de gente alrededor del mundo? Ellos ya se han acercado ligeramente a una solución integrada con un reloj compatible con el iPhone de prestaciones bastante limitadas. Sin embargo, es sabido que la japonesa trabaja en una nueva versión compatible con Android y con funciones ligeramente más interesantes. No sé si será suficiente sólo un nuevo G-Shock, pero al menos la invasión le pone presión a una empresa que -- hasta ahora -- no se había visto obligada a evolucionar.
Y bueno, Kodak estaba igualmente confiada, ¿no?
Link: New York Times