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Telefónica incorpora a Rodrigo Rato como consejero para Latinoamérica y Europa
Durante su mandato al frente del Ministerio de Economía y Hacienda (1996-2004), Rodrigo Rato dirigió la privatización de la que era la compañía nacional Telefónica de España, cuya presidencia quedó en manos de su buen amigo Juan Villalonga
Seguramente en eléctricas, bancos, petroleras, y algunas más que se me escapan… es muy posible digo, que también hubiera esta clase de favores (Favor con favor se paga); pero en el caso que nos ocupa (Telefónica), todo esto ha sido de escándalo.
Teóricamente los monopolios han desaparecido, pero en la práctica todo el mundo sabe que eso no es cierto del todo. Pregunta a alguien que haya intentado pasarse a la competencia y verás lo que te dice: Primero dificultades, después pacto de precios entre ellos, leyes de competencia sin aplicar, políticos callando y favoreciendo... Y Europa viendo todo esto y sin decir nada, al menos públicamente, porque lo que es nosotros no nos enteramos.
Por si no tienes tiempo de ver el artículo base de esta reflexión, te señalaré algunos nombres que se citan en él. Muchos no los conozco (los que están en el “mundillo” económico/político, seguro que sí), pero me llaman la atención principalmente estos tres: Rodrigo Rato, Iñaqui Urdangarin y Eduardo Zaplana. Quizás a algunos de nuestros amigos de la otra parte del charco estos nombres no les digan mucho, pero les puedo adelantar que el tal Rato, fue vicepresidente económico del gobierno de Aznar (conservador, de 1996-2004), presidente del FMI y presidente de Bankia (refundición de las Cajas de ahorro de Madrid y Valencia), dos joyas de la corona saqueadas por los “amiguitos” del Sistema.
El tal Urdanguarin, casado con una hija del rey, y enriquecido con sus tejemanejes corruptos con los conservadores de varias autonomías. Y el Zaplana, un expresidente de Valencia y ex ministro también de la época conservadora, que al dejar la política, fue premiado rápidamente con un puesto simbólico en la compañía que nos ocupa. Los tres han tenido puestos de relevancia en Telefónica que no conllevan prácticamente trabajo alguno, pero del que perciben muy sustanciosos sueldos.
¿Cómo es posible que una compañía que practica esta “cultura de empresa” y que incluye estos y muchísimos otros dispendios, cómo puede ser digo, que no quiebre y se permita incluso repartir dividendos entre sus accionistas? Pues es evidente: repercutiendo su coste de funcionamiento a los usuarios. “Pues hay competencia”, podrá decir alguien. Cierto, hay otras empresas que prestan ese servicio, pero Telefónica siempre ha mantenido una posición de preponderancia sobre las demás. Se han ido inventando toda una serie de artimañas basadas en la infraestructura de la vieja compañía, de forma tal que la competencia ha tenido que “pasar a través de ella” durante mucho tiempo y han hecho la vista gorda a toda una serie de abusos cometidos. Y esto lo propiciaban los políticos que siempre situaban sus propios beneficios por encima de los de los ciudadanos.
Si no hubiera todos estos tejemanejes y corrupción, ¿qué pagaríamos de teléfono, de luz, de gasolina, de intereses y servicios bancarios, de impuestos…? A mí que no me digan, pero esto es el verdadero “impuesto revolucionario”.
¿Y la justicia? Mirando hacia otro lado. Están todos compinchados y los que no, como callan, otorgan. La Justicia parece que se mueve con sus arranques de rocín, pero luego llega la parada de burro… Y todo se diluye como azucarillo en el café “impuesto” por los políticos. Si alguien quiere ser Quijote y echar palante pronto lo ponen en su sitio de una u otra forma.
Total: el viejo comportamiento corrupto español, puesto a disposición de los poderosos en detrimento del pueblo “soberano”. Esto no cambia. Y Europa sin decir nada, viéndolo todo. Bancos, eléctricas, telefónicas, petroleras… Pero es que no sólo debería ser Europa quien llamara la atención a “nuestros” dirigentes, deberíamos ser nosotros quienes lo hiciéramos. No sólo debería hablar alto y claro el voto cada vez que tuviéramos ocasión de depositarlo, también deberíamos hablar como consumidores necesarios de cosas innecesarias. ¿Por qué somos tan ceporros que depositamos dinero en bancos que nos han llevado a la ruina? ¡Hay otros! ¿Por qué somos tan ignorantes que acabamos contratando con Telefónica? ¿Por qué seguimos votando a los corruptos que propician esta clase de “cultura social”?
Europa no tiene la culpa que no denunciar y castigar; ni siquiera la tiene una empresa en el “libre mercado” que se aprovecha de su posición de dominio; tampoco la tienen los políticos que dan “el mordisco” en lo público porque pueden y se les deja. Nosotros somos los responsables de que todo esto esté pasando, y por lo tanto depende de nosotros el cambiarlo o no. De nadie más.
¡Cómo se ríen de nosotros! Menos mal que para ellos nuestro blog no existe y podemos decir lo que pensamos. Al menos habrá algunos que podamos poner orden en nuestro pensamiento y mantener claras las ideas ante tal caradura.
Me falta añadir que todo lo anterior lo es “presuntamente”. De todas formas no se dice nada que no sea del dominio público.
Caña a los ciudadanos que les da lo mismo todo.
Completa tu información:
elreferente.es Telefónica ficha a RodrigoRato En Telefónica han trabajado diferentes políticos como Zaplana. Todavía está imputado en el 'caso Bankia'.
elpais.com ¿Fue un error privatizar Argentaria y Endesa? JOAN MAJÓ (exministro) 17 MAR 2010
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Juan-Lorenzo dalescana@gmail.com
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